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Para cambiar

Hablar menos

La locuacidad de los actuales responsables del Banco de España para manifestar obviedades

Muy pocos se acuerdan ya de la nefasta gestión del anterior gobernador del Banco de España. Esta noble institución que era una de las más prestigiosas hasta ese momento cayó en un proceso de ineficacia y descontrol bajo el mandato del conocido como MAFO que llevó al sector financiero a un quebranto de 40.000 millones de euros y al rescate con dinero público. ¿Cuántos puestos de trabajo se hubieran podido crear con esa cifra? Todo fue consecuencia del desmadre de varias cajas de ahorros gestionadas por políticos incapaces beneficiados por las puertas giratorias que les facilitaron sus compañeros de partido: Caja Castilla la Mancha, Caixa Cataluña, Caja Madrid, CA Mediterráneo y otras más, a las que el Banco de España, mirando para otro lado, no controló y supervisó adecuadamente.

Durante ese periodo negro de despropósitos, el Banco de España perdió su prestigio construido con la seriedad y rigor durante décadas. También en ese proceso ha visto mermar sus competencias, pues ya no maneja la política monetaria y sus funciones han quedado centradas en el control, inspección y poco más de las entidades financieras. Sin embargo, el gobernador y subgobernador actuales, que son mucho más capaces, parece que no se resignan a la pérdida de protagonismo a juzgar por la inflación de declaraciones en diferentes foros. Así leo que el Banco de España advierte sobre los riesgos que tiene para la economía española el actual escenario político. Uno se pregunta: ¿no tiene algo más original que decir?.

También apuntan que hay un riesgo externo por la persistencia de la incertidumbre sobre la evolución de la economía global. ¡Vaya obviedad! En otra declaración reciente pide rebajar la protección de los fijos para reducir la temporalidad. En este caso, como ven, el esfuerzo mental para llegar a esta conclusión ha debido ser considerable. Para solucionar la falta de competitividad de la economía española plantean una bajada de salarios; o sea que, en vez de ir a un modelo de creación de valor añadido a través de potenciar el I+D+i, sugiere que los asalariados cobren menos. El afán de protagonismo continúa y lleva a declaraciones impropias como he leído recientemente, que advierte que la bolsa puede caer un 15% hasta fin de año (¿tendrán una bola de adivinar?).

En cuanto a las predicciones del crecimiento del PIB, siempre son más desfavorables y pesimistas que las de los otros servicios de estudios nacionales e internacionales. Para no cansar a mis sufridos lectores, les diré que la última del subgobernador es que anima a que las entidades suban las comisiones a los clientes señalando que el sector tiene "margen suficiente" para modificarlas al alza. La verdad es que los responsables deberían contener sus declaraciones y estar menos en los medios y foros, y centrarse en su función supervisora para proteger a los clientes de la banca y solucionar la preocupante situación de la inspección de nuestro sistema financiero tal como lo denunciaba la Asociación de Inspectores del Banco de España.

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