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Fernando Granda

El Centro Asturiano de Madrid, una institución interesante

Las actividades que programa son cada vez más completas. El Centro Asturiano de Madrid, decano de las instituciones regionales en España y en el mundo, es cada vez más un baluarte en el que el arte de la palabra o de la música alcanza mayor espacio. Quizá haya perdido algo de su poder de lobby que disfrutaba con su anterior presidente, el sempiterno Cosme Sordo Obeso, batallador donde los hubiese por la representación asturiana en el mundo, pero parece que ha ganado en interés literario, en conferencias, presentaciones, actos culturales.

La influencia del fallecido presidente porruano, amigo de numerosas personalidades de la industria, la empresa, la política asturianas en Madrid, puede haber disminuido. La larga crisis puede que haya influido en ello. También los cambios de generación que han llevado a la jubilación a primeros directivos de importantes compañías, españolas y multinacionales, presentes en la capital del país. Aunque muchos de ellos permanecen en la "reserva". Posiblemente haya influido también el cambio de mentalidad de la juventud que llega a Madrid para estudiar o trabajar, la menor presencia en las sedes originada por la influencia de las nuevas tecnologías, virtuales y con alcance sin necesidad de acudir a esas sedes.

Pero el Centro Asturiano de Madrid sigue teniendo una actividad que no le relega a un segundo plano a pesar de nuevas iniciativas surgidas entre los asturianos que residen en la capital. Su calendario práctico y su dinamismo le mantienen como uno de los centros culturales en continua labor. Sus jornadas musicales semanales, sus días de poesía, sus conferencias en foros sociales, las presentaciones literarias, coloquios y homenajes son cada vez más interesantes. La labor de su actual presidente, Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología y Pedagogía, y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense, así como la del presidente de su Consejo Superior, Francisco Rodríguez García, presidente de la multinacional láctea ILAS, miembro de honor del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y ameno conferenciante, creo que son los motores de esta dinámica artística.

El centro es un gran referente para los asturianos que residen, que trabajan y disfrutan en Madrid. Porque además de sus actos culturales, sus citas poéticas y literarias, sus conciertos y homenajes, sus exposiciones y actos artísticos, la presentación de promociones asturianas en Madrid, además de sus grupos musicales, teatrales, artísticos y folclóricos que participan en gran parte de los eventos organizados por la Comunidad y el Ayuntamiento madrileños, esta institución regional acompaña a los asturianos que reciben reconocimiento, galardones y distinciones en este centro neurálgico de la actividad de España. Y para alcanzar la cumbre de su dinamismo cultural y lúdico, cuenta en su sede con unos de los referentes culinarios más atractivos, unos refectorios de atractivos menús, estandarte de la cocina astur en sus versiones de viejos fogones y nueva cocina que se está convirtiendo en un fenómeno viral.

Con sus 135 años de existencia, el Centro Asturiano de Madrid organiza cerca de trescientos actos al año, una energía que lo convierte en una institución de prestigio. Una actividad a la que se deberían agregar otras organizaciones asturianas que operan en esa cosmopolita ciudad.

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