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Sol y sombra

Encrucijada socialista

La penúltima y supuesta oferta de Rajoy a Pedro Sánchez para formar un gobierno de salvación nacional proponiéndole la vicepresidencia y la mitad de los ministerios tiene truco. Si este último la acepta podría salvarse momentáneamente de la pira después de haber tocado el suelo socialista de los votos por dos veces consecutivas en unas elecciones generales, pero a la vez habría abjurado de sus principios tras insistir públicamente de manera algo imprudente en que el presidente en funciones del Gobierno es un corrupto y un indecente. Tendría que explicar por qué acepta formar parte de un gobierno presidido por un político moralmente extraviado, y seguramente no le valdría con la excusa de que los votos blanquean como el detergente. El no es sí resulta complicado.

La idea de facilitarle a Rajoy la investidura con la abstención -una vía que han abierto supuestamente los barones socialistas para no tener que ir a unas nuevas elecciones que podrían colocar al PP al borde de la mayoría absoluta- significaría para Sánchez otro futuro plagado de incertidumbres en su cada vez más discutido liderazgo. Incluso la posibilidad de perderlo contribuyendo al cisma del principal partido de la izquierda, que ha sorteado el "sorpasso" que presagiaban las encuestas pero que tiene un camino difícil para salir de su encrucijada. La oposición, que no es ideal para el actual secretario, podría ayudar sin embargo al PSOE a recomponerse buscando la forma de recuperar la confianza de los electores y la alternativa.

Se han dejado muchos pelos en la gatera. Con Felipe González, al PSOE sólo le servía el Gobierno, y Sánchez ha tenido que conformarse con mantener la segunda plaza. Almunia tuvo que dimitir con 125 diputados y Rubalcaba se fue con 110. Los 85 de Sánchez dan para ponerse de perfil.

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