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Profesor de Matemática Aplicada

Caza de brujas

Las encuestas electorales como herramientas para condicionar el voto

La verdadera inteligencia es aquella que confiere confianza.

Lo contrario es pura psicopatía.

Las pasadas elecciones del 26 de junio han dejado claro el fallo masivo de las encuestas electorales. He oído diferentes debates sobre este tema y me he quedado sorprendido del desconocimiento que existe al respecto. Las razones para este estrepitoso fallo son variadas y van desde el dato, hasta el método, pasando por la pregunta realizada: me explico. El principio más importante cuando se trata información dice: "Trash in, trash out", que se podría traducir como "basura entra, basura sale", si no se quiere ser un poco soez. El principio es claro: si un método de predicción se basa en datos, y éstos son erróneos, entonces la decisión será aún más errónea. En citas electorales, por definición, los datos son ruidosos e incompletos, porque se elige una muestra de un tamaño ínfimo con respecto a la masa electoral, y la gente miente como respira. ¿Por qué deberían decir la verdad? Además últimamente parece que se ha puesto de moda la encuesta "low-cost" que se hace mientras mi hija cocina una tarta casera con crema de limón. Y como a esto se le aplica un método estadístico o el algoritmo que sea menester, parece que posee visos de realidad.

Algoritmo es una palabra de moda que veo que se entiende mal y que se confunde con fórmula. Un algoritmo es algo mucho más general que una fórmula. Muchos algoritmos hacen predicciones sin explicitar las fórmulas que utilizan. Es un conjunto de reglas matemáticas que aplicadas secuencialmente proponen una solución satisfactoria a un problema. En el caso de las encuestas, una cosa es que se utilicen éstas de modo descriptivo, es decir, sobre una muestra aleatoria de unos cuantos individuos se analiza cuál es la intención de voto que manifiestan; y otra cosa es que se utilice para predecir lo que va a ocurrir el día de las elecciones. Predecir el futuro siempre es un problema mal planteado. Curiosamente, encontrar el pasado a partir del presente también lo es.

Las encuestas, como todo método de predicción, poseen un espacio de incertidumbre que les es propio, y si éste no se cuantifica -y parece ser que esto no se ha hecho- entonces predecir es como jugar a la ruleta. Comprender esto en el caso que nos ocupa es muy sencillo: ¿Cómo va a ser posible predecir el resultado si hay un 20-25% de indecisos? ¿Cómo va a ser posible predecir si no se posee histórica sobre la coalición Unidos Podemos y escasamente sobre Ciudadanos? ¿Cómo va a ser posible predecir que a los españoles se la trae al pairo la corrupción y que incluso la van a premiar haciendo que el PP incremente sus diputados? ¿Cómo va a ser posible predecir que es mejor no hacer nada que haberlo intentado y que la inactividad y el don "zebulonismo" dan un resultado estupendo? Es como prever que la gravedad tira de las cosas para arriba.

Pero en este país llamado España todo es posible. Luego además hay que oír y soportar lecciones de patriotismo, de unión inseparable del Estado y también de soberanía. No hay mayor anti-patriotismo que la corrupción, porque afecta al país en que vivimos, nos afecta a todos. Los corruptos, aparte de ser unos mediocres y unos egoístas, no creen en las posibilidades y en el talento de un país que por definición es diverso. El pasado domingo, por primera vez en mi vida, me sentí avergonzado del país en el que vivo. No deberíamos admitir que nadie dé lecciones de "españolía", y menos una banda de patriotas impostores. Ocurrió en la Eurocopa cuando Piqué metió el gol que clasificó a España. Había aficionados que sintieron una amarga alegría. Así es imposible funcionar, con una perpetua caza de brujas.

Del otro lado está el populismo de partidos como Podemos, y su anti-carismático líder Pablo M. Iglesias. Le oía explicar su mal resultado: "Algunos electores nos tenían simpatía, pero ante el miedo de que gobernásemos, decidieron no votarnos". Este hombre no es consciente de que cae antipático y sobre todo de que no inspira confianza. Todos estos populismos baratos de las confluencias, que no se saben cuántos son, ni a donde van, parecen bastante "fishy" (sospechosos). Además, no se puede ser todo y nada al mismo tiempo. Íñigo Errejón parece tener mucho más futuro e inteligencia. Además, los electores están hartos de asociaciones de utópicos que no han sido capaces de superar el Mayo del 68. Por otra parte, está el PSOE, que cada vez que coge el poder parece ignorar las leyes de la economía. Obviamente no han sido los creadores de esta crisis, cuya semilla se sembró en la época de Aznar con la Ley de Liberalización del Suelo y el empoderamiento del ladrillo, pero cada vez que han gobernado la economía se ha retraído en España. ¿Asquerosa coincidencia? Y por último Ciudadanos, que tampoco inspiran 100% confianza porque son todos demasiado guapos. Ganarán credibilidad cuando tengan candidatos feos y gordos. Necesitan tiempo y converger con UPyD.

Las encuestas parecen ser inútiles para predecir el voto. ¿Entonces para qué se realizan? Obviamente, sirven para condicionarlo pues proporcionan una opinión a priori y, como explica el teorema del reverendo Thomas Bayes, la opinión a posteriori es el producto del a priori y la verosimilitud, y todo ello dividido por la evidencia. La verosimilitud es aquello que resuelve el problema óptimamente, y la evidencia la garantía que se tiene sobre lo que se mide. Es evidente que en esta ecuación sólo había un término claro, el a priori, y que este parece que ha sido claramente manipulado. Si fuésemos un país serio, las empresas que han hecho estas encuestas ya se habrían declarado en quiebra, porque nadie les encargaría ningún trabajo. Pero aquí, como en el caso de la corrupción, es todo lo contrario: cuanto peor, mejor; cuanto menos, más.

Sin embargo, hay una cosa que me cuesta entender. ¿Cómo es posible que Aznar perdiese las elecciones después del atentado de Atocha, y ahora con esta corrupción generalizada, y visto como se ha gestionado socialmente la crisis, no les haya pasado mayor factura? ¿Tendremos poca memoria, o será ésta selectiva? ¿Seremos sensibles a unos temas, e insensibles a otros? Yo más bien creo que tenemos un sistema electoral tan chapucero, que el resultado depende mucho, y de manera inestable, de la participación, y que el "genio de la ceja" hizo mucho daño a todos los ilusos que confiaron en él. ¿Se acuerdan de todos los premios Nobel de la farándula que lo apoyaron haciendo el famoso gesto? Fue el último orgasmo de la izquierda, y se lo comieron con patatas. Luego vino el idóneo y empezó su ocaso. También se puede concluir que Mariano no desata tantos odios como Aznar, que ya nació siendo repelente. A la gente le gustan las "perogrulladas", porque hacen al político "más humano". Y con Rajoy esto está garantizado, y uno siente que podría estar echando con él una partida de tute o de petanca. Los caciques son así. En cuanto a Sánchez, aunque tenga un doctorado y haga simulacros de hablar inglés como las vacas españolas, parece un producto del casting electoral. Últimamente al PSOE no le funciona nada porque tiene bases mediocres. Se lo han trabajado a pulso.

Todos ellos aburren a las piedras. Si pudiese me haría gibraltareño. Al menos en el peñón está claro quiénes son los monos. Aquí, no hay mucha diferencia.

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