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Vía lenta para el "Brexit"

Por lo que se va observando, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (el famoso "Brexit") va para largo y habrá que negociarla capítulo a capítulo. En un primer momento, la obligada simplificación mediática, transmitió la impresión de que la catástrofe era inminente. Las Bolsas se hundieron, las cancillerías de medio mundo expresaron su preocupación, y un ejército de analistas hizo un pormenorizado relato de los males que nos aguardaban desde los más variados puntos de vista. No era para menos. El inesperado resultado del referéndum cogió por sorpresa a la opinión pública de ambos lados del canal de la Mancha y produjo las obligadas consecuencias políticas.

El primer ministro David Cameron, el frívolo convocante de la consulta popular, anunció de inmediato su dimisión, aunque la aplazó hasta el momento de elegir su sustituto para el cargo en la convención del partido conservador prevista para después del verano. Y los diputados laboristas aprovecharon la ocasión para pedir la renuncia de su jefe de filas, él a su juicio demasiado izquierdista Corbyn; pero este hizo oídos sordos a la propuesta sabedor de que todavía goza del apoyo de la base social y de los sindicatos. Y no pararon ahí los descartes.

El exalcalde de Londres, Boris Johnson, quizás el candidato con más posibilidades de sustituir a Cameron, renunció también a esa posibilidad, y deja vía libre a la actual ministra de Interior, Theresa May, una dama con fama de prudente. Pero las renuncias no afectaron solo al bando del gobierno ni al de la oposición, porque poco después se supo que Nigel Farage, cabeza visible de los partidarios del Brexit, abandonaba la dirección del Partido por la Independencia del Reino Unido una vez alcanzado el objetivo para el que se había creado. Aunque sin renunciar, por supuesto, al acta y al sueldo de eurodiputado en el Parlamento Europeo desde donde vigilará que la salida se haga sin empujar y con toda clase de garantías. Al fin y al cabo, Gran Bretaña es la segunda economía de la Unión Europea, el segundo país más poblado del área comunitaria, y dispone de una importante fuerza militar dotada de armamento atómico. Además de eso, mantiene, desde siempre, una relación privilegiada con los Estados Unidos y forma parte, junto con ellos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, de la alianza llamada de los Cinco Ojos, dedicada desde el final de la II Guerra Mundial al espionaje militar y a la conquista de la superioridad económica angloparlante sobre el resto de países.

Lo que vaya a influir el "Brexit" en la estabilidad de la Unión Europea y en su política de defensa a través de la OTAN está por estudiar. De momento, Gran Bretaña parece no tener prisa por salir, ya que el referéndum es consultivo y la fecha para que se inicie el período formal de separación depende del ejecutivo de Londres. A lo que parece, estamos ante un nuevo episodio del juego que mantiene Inglaterra con el continente europeo. Es decir, estar dentro o fuera según convenga a su interés momentáneo. El escritor y periodista británico G. K. en su "Breve Historia de Inglaterra" decía que el alma de los habitantes de las islas era tan intrincada como el perfil de sus costas.

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