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Cien líneas

Ya mismo

Para el primer encierro, hoy mismo, a las ocho de la mañana, ya debería tener despejada la incógnita Pedro Sánchez. Es muy fácil, sale a la palestra y anuncia que facilitará la investidura de Mariano Rajoy. Indoloro, incoloro e insípido. Y advierte lo elemental: liderará una oposición sin contemplaciones.

Le moja la oreja al registrador, que ya está otra vez con lo de siempre -con lo único que sabe hacer, mil enredos y trabalenguas- queda como un político serio, sincero y fiable, permite que haya Gobierno que a fin de cuentas para eso se vota -y van dos- y afila el machete porque la legislatura en puertas promete ser propia de Sandokán y similares.

Así que, amigo Sánchez, venga, ya mismo, sin perífrasis, dilaciones, procrastinaciones y cuentos de la vieja que solo sirven para debilitar su ya escasa credibilidad y en general aplazar lo que hay que hacer.

Más aún. Si los movimientos que hay en Podemos, encabezados por Teresa Rodríguez desde Cádiz, cogen fuerza, mejor que mejor. Como es de dominio público, entre la grey podemita los hay que quieren apoyar a Sánchez para que sea presidente del Gobierno. La suma aún estaría a veinte escaños de la mayoría absoluta pero todo se puede andar si en una de estas apoyan los separatistas de todo pelaje o Ciudadanos decide ir al servicio en el momento de la votación. El simple amago le trae cuenta.

Pero mejor abandonar regates y aritméticas. Pedro Sánchez debe facilitar la investidura inmediata de Mariano Rajoy porque es bueno para todos y sobre todo pare él: en dos años, presidente del Gobierno.

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