Vaporeon Prendes ha batido un récord universal al ser el primer pokémon que une su extrema extrañeza al rechazo de los entrenadores. Quiero decir que siendo una pieza tan codiciada, según se cacareó durante el fin de semana, no ha sido considerado a la hora de la verdad. Va contra la lógica del juego que este mes de julio se está convirtiendo, en su mismo arranque, en el más exitoso de la historia de la humanidad a juzgar por el número de practicantes seminales.
La gente se mete incluso en un túnel del AVE buscando a Jolteon y ni un gesto para capturar al susodicho especimen ciudadano. Menudo mosqueo. Algo tiene el abogado gijonés o algo trascendente está ocurriendo porque tampoco es moco de pavo lo que le ha caído.
Todo indica que la suerte está echada y que los que cuentan han llegado a un acuerdo para que Rajoy sea presidente del Gobierno en apenas nada. Pero, de ahí la rareza venteada, quizá el registrador no quiere. Quizá es el único que no quiere. Quizá no de ésta porque la procrastinación es su único talento y no me extrañaría que fuese más fuerte aún que la obediencia debida. Además, ¿quién tiene vocación de mártir como para encerrarse en la Moncloa tal que Custer en su famoso cerco y acabar como el valeroso general encima sin tener madera de héroe?
El mundo se ha vuelto loco. Terrorismo por los cuatro costados, golpes de Estado inverosímiles, tiroteos repetidos a policías en el corazón del imperio y huidas de la UE para intentar regresar a los dos días.
Solo nos salva la técnica y más cuando es divertida y sirve para ligar.
