Todo sirve de juego; todo es distracción, todo pasatiempo para divertir, en verano, a indígenas y forasteros?

Para el juego, lo mismo sirven las aves, mayores, menores y "rapaces" de los cielos, que los aviones mayores, menores y avionetas, que llevan paz o llevan mjuerte?

A los circos, espectáculo romano, hoy en imperial decadencia, les impide el Cabildo que ofrezcan espectáculos con animales. Justo. Pero en el delicioso Circo natural del Jardín de don Florencio, las noches "divertiales" "arden y llenan" con los juegos y exhibiciones de aves rapaces?, diestramente adiestradas para que entretengan a familias con posibles y curiosas, que a sus vástagos legítimos quieren enseñar? lo que pueden hacer en libertad las pobres aves en cautividad? El cabildo, empresario salvador del Jardín, fomenta la explotación del ave "rapaz" (y de la rapaza, si se tercia)?

Aviones, ¿también avionetas?, volarán en son de paz para solaz turístico? Pero los ancestros de estas aves tecnológicas, -que hoy sobrevuelan Gijón en rugido de paz-, hubo tiempo en que nos sobre volaron en son de guerra?

Aviones gigantes, de los buenos y los malos, estarán bombardeando ahora mismo a guerreros, guerrilleros, civiles y hospitales?, sin distinción. ¿Cuál no será el terror de los que viven -niños y mayores-, en las catacumbas de ciudades destruidas. al escuchar el rugir del avión, que a nuestro ocioso divierte?

¿Podrá alguno de los curiosos que hoy acudan a ver volar aviones y avionetas, imaginar siquiera el horror de los sufridores indefensos, cuya vida queda al albur del acierto en el disparo del avión que los mata?

Los que no imaginan, ¡ni imaginar podemos tanto mal!, deberían acudir al Ateneo de La Calzada?, verán gratis que la muerte nunca es juego.