Anda la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, como revolucionada, como agobiada por el bloqueo político que está impidiendo, al menos por el momento, que Mariano Rajoy sea investido presidente. Y por lo que se ve, no va con la líder regional de los populares esperar a ver, sin más, cómo se puede dar vía libre (si es que se da) a la formación de un nuevo Ejecutivo que ponga fin a la interinidad de más de siete meses del actual gobierno.
Que el desasosiego está haciendo mella en los dirigentes del PP a medida que pasan los días y no se vislumbra algún tipo de acuerdo que permita la gobernabilidad de España es algo que resulta muy patente. Y probablemente esa inquietud es la que ha llevado a Mercedes Fernández a intentar aportar su granito de arena a la búsqueda de una solución satisfactoria al futuro de Mariano Rajoy.
La presidenta del PP asturiano es conocedora de las malas relaciones del jefe del Gobierno del Principado, el socialista Javier Fernández, con los máximos responsables regionales de Podemos, por lo que, lógicamente, puede concluir que el secretario general de la FSA no forma parte del sector del Partido Socialista partidario de pactar con la formación de Pablo Iglesias. Por otro lado, es consciente de que Javier Fernández no es de los que veta a Rajoy, aunque nadie le haya oído hablar, ni mucho menos defender, la abstención del PSOE en el Congreso para permitir así la investidura del popular.
Y es aquí donde Mercedes Fernández cree que puede ayudar a su líder. Y así se ofrece para pactar el Presupuesto del Principado, se supone que con la intención de mostrarse cómplice con Javier Fernández. Lo que extraña es que a la vez le critica su "juego diabólico" para "acogotar a Podemos". Vamos, que lo que le viene a decir es que se deje de filigranas con los partidos de la izquierda y acepte su propuesta de negociación presupuestaria. Se supone que a cambio de algún tipo de ayuda del socialista en Madrid.
Y por si no fuera suficiente con esto, Mercedes Fernández acucia al Foro de Álvarez-Cascos para entre ambos arrebatar a los socialistas las alcaldías de Cangas del Narcea, Villaviciosa y Ponga. Es decir, que o paz, o gresca. Que el PSOE elija. Pues eso, que anda la líder del PP como revolucionada.
