La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien líneas

Un mes

Agosto, mes de las novelas. Hace cuarenta años que no leo nada semejante. Peste de fantasías ajenas. Y me cuesta entender el interés que despiertan en el personal salvo que... ,en todo caso, tiempo para recomendar libros, ahí va mi propuesta: "El fin del mundo está muy cerca", de José Corral Sobrino. Tiene una virtud superlativa, se publicó en 1972 y aquí seguimos, de manera que encima su tesis central es puro error: doble dosis de gracia.

Los españoles descansamos esforzándonos, como decía Don Quijote, por eso este mes de vacaciones va a ser el más intenso del año desde el punto de vista público. No me refiero, que podría, a los insoportables esfuerzos que exige leer, por ejemplo, a Kaperucinski, laureado coronel del KGB, convertido por los progres en paladín de la libertad de expresión.

Desde aquellos tecnócratas campa por España un espeso horror a la política. Es pugna y por eso los armonistas la detestan. En realidad esa fauna pelea tanto o más que el resto de la gente, pero por debajo de la mesa. No pasan de hipócritas redomados. Leviatán nunca duerme, es absurdo ignorar a los mandarines y sus manejos.

Ya puestos, ahí van mis tesis, que no relatos, a meditar en este mes del primer emperador romano.

1) La hoja de ruta de ZP sigue en vigor plenamente.

2) La idea capital es reformar la Constitución para que Cataluña y tal y tal y tal se separen con todas las bendiciones.

Sí, es el fin de nuestro mundo.

(Para la terapia de esta semana y siguientes se recomiendan vivamente los cuartetos de Beethoven).

Compartir el artículo

stats