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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Albricias dadme...

Las vacaciones, ah, las vacaciones, tienen la ventaja de que en ciertas tardes del estío mesetario, con cuarenta grados a la sombra de las acacias, tumbado en el sofá que escupe fuego frente al alivio del ventilador, tomas el mando de la televisión y te topas, como por ensalmo, con una película grandiosa, de ésas que ya no se filman. Como "Primera plana", de Billy Wilder, que por tratarse de una comedia de enredo con periodistas la habremos visionado como unas veinte veces o más.

Cualquier fulano que ame este oficio se identifica en cada escena con el Hildy Johnson al que encarna Jack Lemmon, reportero estrella del "Examiner" que se deja embaucar por los vapores de la profesión y por un redactor jefe, Burns (Walter Matthau), capaz de ofrecer a su madre en sacrificio a cambio de una exclusiva.

Tuve un jefe, al que si alguna vez le hace falta una transfusión habría que inyectarle tinta, que cuando nos encargaba a los redactores un reportaje ya tenía un titular en la cabeza y parodiando a Burns extendía la mano derecha, dibujaba en el aire una línea recta y decía: "Lo veo, Hildy".

Hubo otro anterior en el tiempo que llegaba a la redacción, tras una opípara degustación de efluvios etílicos, entonando idéntica melodía que Hildy susurraba a su paciente novia Peggy (Susan Sarandon): "Albricias dadme, pues voy a ser feliz". De aquellos locos aprendí que un periódico es una estantería llena de historias con fecha de caducidad que hay que reponer todos los días, que sólo se perpetúa en el cariño de ustedes, los lectores, y en el celuloide, con joyas como esta "Primera plana".

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