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Clave de sol

En la muerte de Carmen Sánchez

En la muerte de la profesora Carmen Sánchez, esposa de Gustavo Bueno, se agolpan los recuerdos, si se quiere agridulces, relacionados con esta familia desde los ya lejanísimos primeros años sesenta. No hay que negar la impronta que ambos dejan en Asturias, pues tengo la impresión de que Carmen -tan colaboradora, tan participante, pero siempre en la sombra- hacía "intendencia" intelectual también en retaguardia.

No niego que en aquellos tiempos de una dictadura ya decadente fui algo crítico con las posiciones de Gustavo. Pero ambos estuvimos juntos en aquel empeño editorial de don Luis Sela que fue Amigos de Asturias. Andando el tiempo pude comprobar que por aquel anterior posicionamiento no me guardaba rencor en absoluto. No sólo esto, sino que accedió a presentar dos de mis libros, creo que "Censura tras la censura" y "La ciudad indómita".

El primero de ellos, en la sala de la Caja de Ahorros, llena hasta los topes sin duda por su intervención, y el segundo años después en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Acto en el que reveló, fe de nacimiento en mano, que la joven revolucionaria Aida de la Fuente no era precisamente menor de edad. En fin, la polémica Comisión municipal de la Memoria Histórica nos volvió a reunir en 2008, en la que sostuvimos criterios semejantes.

El dolor siempre llega. Descanse en paz Carmen, una mujer culta, participante y discreta. Vaya para Gustavo el abrazo, la gratitud y el deseo de que supere el momento delicado que le toca vivir.

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