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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Merienda de negros

Quien caviló sesudamente que el fútbol es un negocio se quedó corto: parece más bien una merienda de negros, dicho sin ánimo de ofender a jugadores talentosos de color y multimillonarios, como Pogba. Que se paguen 120 millones de euros por el traspaso de un jugador se antoja escandaloso, inmoral y desmedido. Los futbolistas se han convertido en mercancía que se vende al mejor postor, y en ocasiones, en material de desecho. El caso más reciente y más sangrante es el del gijonés y exrojiblanco Álex Menéndez, al que el Girona ha rescindido unilateralmente el contrato tras lesionarse gravemente en el primer entrenamiento con su nuevo equipo. Alega el club catalán que el jugador, que había pasado el reconocimiento médico previo, pudo llegar lesionado. El futbolista lo niega y asegura que al pasar por las máquinas médicas antes de firmar el contrato los doctores le dijeron que llegaba "como un avión". ¿Cómo puede un avión quedar inservible antes del primer vuelo? ¿En qué lugar quedan entonces los mecánicos que revisan los motores? El asunto se dirimirá seguramente en los Juzgados si no se alcanza un acuerdo amistoso, pero el hecho confirma que la víscera ya no gobierna el fútbol, sino la chequera: nadie está dispuesto a pagar a un futbolista amarrado durante ocho meses al dique seco. Álex ha vuelto a Gijón y habrá que esperar del Sporting, club señor, que al menos le facilite los medios necesarios para la larga travesía del desierto de la rehabilitación de un chaval que merece la atención primaria del club al que se entregó desde que era un niño.

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