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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Abrumó la bruma

Cabe preguntarse qué hubiera ocurrido si el Ayuntamiento -o Divertia, la empresa municipal responsable de la organización de los festejos- hubiera decidido suspender el domingo el lanzamiento de los fuegos artificiales, amenazados por la tiranía de la niebla, y posponerlos para el lunes, día festivo y para más inri radiante de sol, vacío de nubes y ayuno de agentes meteorológicos discordantes. Seguramente la decisión hubiera sido la acertada y gijoneses y foráneos habríamos disfrutado de una noche de los fuegos en todo su esplendor, como corresponde a la tradición pirotécnica de las fiestas de Begoña, aunque fuera con un día de retraso.

Valorar la cuestión a toro pasado obviamente tiene trampa, es manzana con gusano dentro, ya que el viento no sopla siempre al gusto de todos; pero parecía muy obvio, a dos horas escasas de la medianoche del domingo, que la bruma no tenía intención de disiparse. El equipo de gobierno alude al criterio de los técnicos y de los meteorólogos para justificar su decisión de celebrar el espectáculo en tiempo y forma, pero cuando se empeña uno en un pulso contra los elementos suele perder.

Tal vez sirva de escarmiento para futuras ediciones de la noche de los fuegos: mejor jugar a la defensiva que consentir que la bruma te abrume y te arruine la fiesta.

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