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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Culebrón de verano

No existe verano en Gijón sin su culebrón correspondiente. El último ofidio visitante del estío local fue capturado ayer en una finca de Veranes. Se trata de una serpiente de collar de metro y medio de longitud que había quedado atrapada en una rejilla, que ni p'alante ni p'atrás, tal que el atasco de la bicha parecía el debate de investidura. Si se encuentran una culebra de esta especie no teman su picadura, pues no es venenosa. En todo caso conviene taparse la nariz, ya que la única defensa del reptil es un fluido de olor fétido que segregan sus glándulas anales. En eso también se parece la serpiente de collar al insufrible debate parlamentario de estos días: ya huele.

Y como Rajoy, finge con frecuencia que está muerta y así hasta las próximas elecciones, a ver si a la tercera va la vencida. Si no puede ser cara al sol y con la camisa nueva habrá que esperar a que llegue El Almendro por Navidad.

No hay verano gijonés, por tanto, sin serpiente de verano. Recuerden que hace unos años, en Montevil anduvieron unos días los vecinos de cabeza por culpa de una pitón, enroscada plácidamente en la oquedad de un roble centenario.

Finalizadas las vacaciones, el regreso al trabajo se antoja más largo que una boa constrictor. Comienza septiembre y los bichos de temporada, como los ofidios y las inevitables medusas, sirven de excusa a los que mandan para desviar la atención de los asuntos realmente relevantes, como la dificultad de muchas familias de llegar a final de mes sin tener que arrastrarse.

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