La iniciativa del presidente del Sporting de negociar un patrocinio asiático para "apellidar" El Molinón a cambio de una importante cantidad económica (se habla de no menos de 1,5 millones de euros) no es un cuento chino sino una fórmula ya muy frecuente en el deporte de élite para sumar nuevos ingresos. En Estados Unidos, del más del centenar de equipos deportivos profesionales que integran la Liga Mayor de Béisbol, la Liga Nacional de Fútbol Americano, la NBA y la Liga Nacional de Hockey, 85 juegan en estadios que han vendido los derechos del nombre a importantes empresas. En la Liga alemana de fútbol, 14 de los 18 equipos han comercializado el nombre de su estadio, como el Bayern Munich, que juega en el Allianz Arena y cobra 9 millones de dólares anuales a la compañía aseguradora titular de esa nominación.
Cierto es que este tipo de propuestas suelen chocar con la sensibilidad del aficionado, pero nadie en Gijón va a dejar de llamar de por vida Molinón al estadio municipal por mucho que en Asia lo llegaran a escribir con caracteres orientales y en tinta china. Pero podría suponer una importante fuente de recursos para un club que procura sanear sus cuentas y que ha estado viviendo, por culpa de las estrecheces económicas, peligrosamente en la cuerda floja deportiva y contable.
De cualquier forma, la decisión no corresponde al Sporting ni a sus seguidores, sino al Ayuntamiento, propietario de la instalación deportiva, que parece no estar por la labor de autorizar un apellido "made in China" para el legendario coliseo.
