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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Paso cambiado

Que la alcaldesa de Gijón reconozca que las relaciones con el Gobierno regional han mejorado "radicalmente", después de meses -o incluso años- de encastillamientos, dimes y diretes, puñaladas traperas y palos sin zanahoria, es buena cosa y mejor señal. No deja de sorprender esa reciente declaración de armisticio de Moriyón, cuyo partido se alimenta, a escala asturiana, del ataque permanente al Ejecutivo autonómico. Seguramente el cambio de actitud de la Alcaldesa respecto a los integrantes del equipo de Javier Fernández y su rompan filas haya llevado olor a cornamenta quemada a la sede forista de Oviedo, y sentado a más de uno como un ataque de cuernos, pero resulta evidente que el Foro de Gijón ya no esconde -ni falta que le hace- el DNI de su liderato: cada vez es menos casquista y más moriyonista. Hace meses que ocurre así. La diferencia es que ya no esconde el paso cambiado.

Bajan turbias las aguas del canal que riega las relaciones de la mandataria local y su equipo con la cúpula regional de su partido, desde que quisieron imponerle que fuera candidata al Congreso en la lista compartida con los populares, en ese matrimonio de conveniencias que volverá a repetirse en unos meses, si la fatalidad política que consume a este país nos lleva por tercera vez, para elegir lo mismo, a las urnas. Moriyón respondió que nones y se rompió el hilo.

En la entrega de las medallas de Asturias se vio a Moriyón en animada charla con el consejero de Economía, el gijonés Francisco Blanco. Ella y Couto eran los únicos foristas de postín en un acto en el que se agasajó a LA NUEVA ESPAÑA. Síntoma de que la Alcaldesa se desmarca de la tesis dominante de FAC y ya no acepta imposiciones.

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