La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Chispazos

El vaso medio vacío

La polémica en torno a la madre ovetense a la que se había apartado de su hijo y que ahora ha recuperado

La importancia, en según qué ámbito, no radica en que nosotros veamos el vaso medio lleno o medio vacío, sino en cómo se presenta éste ante nosotros. Periodísticamente hablando, lo importante es que el vaso llegue a nuestra mesa lleno de las dos mitades. No medio lleno, lleno en abundancia. Mitad y mitad, porque siempre hay dos partes. El "bueno" y el "malo", el que da y el que recibe, el que acusa y el que se defiende. Pero muchas veces llega a nuestra mesa, servido por los medios de comunicación, el vaso medio lleno. Medio lleno del que aquel, no siempre sabemos quién, considera el "bueno", medio lleno del que da o del que acusa.

Dejando los términos culinarios a un lado, llevamos días oyendo sólo una versión. La de unos padres de acogida que han tenido motivos para desgañitarse ante las cámaras. No les juzgo. Porque para eso está la empatía. Me pongo en su piel y les entiendo. ¿A quién juzgamos entonces? Nosotros, de momento, a nadie. El juicio, en primera instancia, ya venía realizado. Ya habían separado las dos mitades. Padres de acogida "buenos", madre biológica "mala". Padres valencianos dan, mujer africana, europea pero africana de piel, recibe. Aunque en este caso lo de dar y recibir no guarde el contexto habitual, estamos hablando de entregar a un menor, nada de belicismos. Padres de acogida acusan... ¿y quién se defiende? Nadie. Y aquí, en este punto, es donde entramos nosotros a juzgar. Pero no a los protagonistas de la historia. A juzgar a quienes nos han servido el vaso con sólo la mitad de la historia. Sólo una versión.

Es común que en los juicios falten pruebas para condenar. Y éste podría ser el caso. Desconozco si alguno de los periodistas de las numerosas cadenas de televisión que cubrieron esta noticia se molestaron en desplazarse a Asturias para conocer la otra versión. Desconozco si levantaron el teléfono, pelearon por completar la historia. Desconozco si fue la negativa inicial de la madre biológica lo que llevó a todos los medios a airear una historia incompleta. Pero finalmente se nos sirvió la otra mitad. Ahora sí podemos permitirnos emitir nuestro juicio de opinión. Ahora que los periódicos de toda España se han hecho eco de la carta abierta de una madre biológica que dice llevar años luchando por, primero, no ser separada de su hijo y, después, por recuperarlo.

Con el vaso nuevamente servido, lleno a rebosar, véanlo ustedes como mejor consideren. Por mi parte, lo sigo viendo medio vacío, una ilusión óptica a falta de conocer la versión de ese niño. No ahora, dentro de un tiempo, cuando pueda asimilar el trago. Si es que algún día puede llegar a hacerlo.

Compartir el artículo

stats