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Valor subjetivo vs. valor trabajo

"Solamente un necio confunde valor con precio".

Antonio Machado

Leído en Twitter:

"El agua no tiene valor al no tener tiempo de trabajo agregado, y porque no es socialmente necesario si no se procesa".

Contestación de una liberal, @saraggal: "si está usted en un desierto sediento y encuentra agua, ¿no le da valor por el hecho de que no incorpore trabajo alguno?".

Respuesta del marxista: "no tiene valor si no ha sido producido con trabajo, y tampoco es socialmente necesario".

Nuestra liberal vuelve a la carga: "hay que reírse. Si en esas condiciones tengo 100 euros y me los piden a cambio del agua, los doy. Porque valoro el agua".

El marxista: "pero el agua pura no es socialmente necesaria si no se produce con trabajo y tiempo agregados (sic).

O sea que, sediento, no valora H2O porque esta no incorpora trabajo.

Vamos, que el buen hombre es capaz de morirse de sed con tal de defender a Marx? Por no hablar de su prepotencia al saber lo que es y no es socialmente necesario. ¿La sociedad no necesita agua?

Bromas aparte, lo que el tuitero no parece entender es lo siguiente: supongamos que vas por el desierto a pie y tienes mucha sed. Te cruzas con un señor que va en coche y ha podido comprar agua. La ciudad está muy lejos aún caminando. Tiene un botellín de agua, digamos 0,50 euros en el supermercado. ¿Pagarías 100 euros por él? Sí. Y más?

Sin embargo, en Madrid un día frío de invierno, ¿pagarías más del PVP por ese mismo botellín? Claramente no.

Además, a buen seguro en el precio ya lleva incorporados todos los costes de extracción, embotellado, etc. El fabricante no quiere perder dinero.

Como decía Antonio Machado, solamente un necio confunde valor con precio. Así, un mismo bien es susceptible de recibir múltiples valoraciones económicas en función de la situación. O dicho de otro modo, la asignación de valor a un activo es algo totalmente subjetivo.

Así lo explico Carl Menger en su Teoría del Valor Subjetivo. Su concepto de utilidad marginal no es cuestionado hoy en día por ningún economista de prestigio. Es más, es de las pocas aportaciones de la Escuela Austriaca de Economía que pueden encontrarse en el temario de la facultad de ciencias económicas de cualquier universidad española.

Dado el bloqueo académico al que está sometida por keynesianos, monetaristas y neoclásicos, muy sólida tiene que ser la teoría para que pase todos los obstáculos que le plantea lo políticamente correcto.

¿Por qué entonces determinadas personas no quieren entender esto? La cuestión no es baladí. La demostración de estos conceptos lleva de inmediato a la derrota intelectual de la teoría del valor objetivo y, por ende, del valor trabajo y la plusvalía marxista.

Todo el castillo de naipes comunista se viene abajo de golpe. Pero esto no es ninguna novedad. Ya Eugen von Böhm-Bawerk, para nada un libertario, destrozó a Marx en su obra "Historia y crítica de las teorías del interés", volumen I de su gran obra "Capital e interés", publicado en 1884.

Que en 2016, más de 130 años después, haya gente que defiende lo indefendible es digno de estudio. Pero eso, se lo dejo a los sociólogos?

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