La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Agua de borrajas

Parece que hay samba en la calle Brasil, donde nunca llueve al gusto de ningún vecino, y con razón. Caen cuatro gotas o se les viene por sorpresa una tromba momentánea y la calzada se inunda, tal que parece un "aquapark" o la pileta olímpica de los Juegos de Río, por mantener el ritmo carioca del asunto. A estos vecinos ¿quién les baila el agua?

Tal es la laguna que se forma en esa vía pública de la zona oeste de la ciudad de un tiempo a esta parte que cualquier invierno -o aguacero de vísperas del otoño, como ocurrió el pasado jueves- será colonizada por los patos de Isabel la Católica que huyen del ataque de las nutrias.

A nadie extrañe que los habitantes de esa anegada calle de La Calzada manifiesten su queja como agua en torrentera. Tienen razones suficientes, y pasadas todas ellas por agua, para considerar que les están tomando el pelo; que tres inundaciones en quince meses es para pensar que llueve en demasía sobre mojado. ¿Cómo no van a salir por boca de muchos de ellos, en estampida, rayos y truenos? Cualquier día tendrán que desplazarse a remos y en barca, como en Avilés, marineros de agua dulce en La Calzada.

Todas las promesas políticas que se hacen a los residentes en la calle Brasil quedan reducidas con frecuencia a agua de borrajas. Dicen desde el Ayuntamiento que el problema se arreglará con el pozo de tormentas, pero mientras tanto cada tormenta convierte la calle en un pozo.

Compartir el artículo

stats