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Sol y sombra

El juego de roles

De la lucha táctica poli bueno-poli malo de Iglesias y Errejón los analistas no han tardado en extraer sus propias conclusiones respecto al PSOE. Una de ellas es que el primero, seguidor del posmarxista Laclau, de Rosa Luxemburgo y Lenin, quiere eliminarlo apretándole desde el principio las clavijas a Pedro Sánchez, para llegar por el camino más directo a la absorción. Otra es que Errejón pretende hacerlo con coartadas democráticas dadas las urgencias del secretario socialista por buscar una salida desesperada a su problema personal y los pocos escrúpulos para aceptar a a cualquiera como aliado antes que desaparecer políticamente.

Son distintas las formas de proceder pero las dos tienen como último objetivo ocupar el lugar del PSOE en el tablero nacional. La primera simplemente laminándolo, la segunda a través de una ingeniería algo más sofisticada con el fin de hacerse con el partido hasta ahora hegemónico de la izquierda. Con una visión menos cortoplacista quiero pensar que Errejón cree en la integración socialdemócrata como única posibilidad de la izquierda de sustentar el poder en Europa, toda vez que la revolución seguirá siendo un asunto pendiente. Es decir, como hasta ahora pero con el PSOE en otras manos reformistas.

Quiero pensarlo, pero cada vez creo menos en la altura de miras de nuestros dirigentes. Ni siquiera por estrategia son capaces de moverse de acuerdo a los esquemas de la política que promociona la Historia. Probablemente la única pulsión de Iglesias y Errejón sea la ambición personal: cómo seguir con el juego de rol sin perder la oportunidad de colocarse.

A ver por dónde rompe esto.

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