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Cien líneas

Sectarismo

El guerracivilismo que resucitó ZP -no cabe nada más grave: maldito sea- crece y se desarrolla alimentando a diario el sectarismo más crudo. El tripartito ovetense está encantado en esa charca. Y lleva sus odios, rencores y resentimientos incluso al callejero con propuestas en el mejor de los casos deslavazadas y en el peor, que es el fetén, de pura ofensa a la inteligencia y a la ciudadanía.

Por ejemplo, quieren adjudicar calles a profesores del montón -dicho sea con todos los respetos a las personas- mientras que no menos de cuatro catedráticos de la Universidad de Oviedo, de primerísimo nivel nacional, incluso internacional, y fallecidos en lo que va de año, son olímpicamente despreciados.

Vamos a ver. Hay que dar los nombres de rúas y plazas a personas muy destacadas que han beneficiado a la ciudad y, más allá, si es el caso, incluso al conjunto de la humanidad. Gente a imitar.

Pienso en Amancio Ortega, que ha creado cientos de miles de puestos de trabajo y cientos de millones de personas llevan sus prendas, buenas, bonitas y baratas. Casi nada. O Carlos Slim, que ha salvado al Real Oviedo -paciencia, en nada vamos a remontar- y también es un empleador gigantesco. O Pedro Duro, Luis Orejas, Ramón Areces y Juan Sitges.

Por extraño que parezca esos personajes súper positivos y de altísimo nivel no tienen calle en Oviedo cuando cualquier tuercebotas, y mira que son legión, cuenta con su nombre en un pintoresco rótulo esquinado. ¿Cuánto van a durar los disparates y las ofensas?

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