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Nueces de California

RIP-RAP

Las dificultades de los jóvenes de hoy y la añoranza de tiempos mejores

?que el tiempo no se detiene y tú eliges,

disgustos o placeres,

dime qué prefieres,

porque nos queda la memoria, nos queda nuestra historia,

da igual si ruina o gloria,

nos quedan los sueños y la rabia,

aunque mañana nos separemos,?

como Yugoslavia.

("Un Bolero en Berlín")

Si volviese a nacer me gustaría ser "yankee", porque los Estados Unidos de América, a pesar de su historia tan sangrienta y de todos los errores que han cometido en política tanto interior como exterior, es un país lleno de oportunidades con cuya mentalidad, a la hora de abordar los problemas, me identifico. Además, son gente abierta y campechana, que no marean la perdiz, como hacemos en España, y en particular en la Universidad. Los americanos van directos, si les gusta lo que haces te lo dicen, y si creen que es erróneo te hacen críticas abiertas, no se callan. Un americano sólo calla cuando no está seguro y duda si un proyecto o una idea puede ser o no exitosa. En caso contrario se manifiesta, nunca da la callada por respuesta, como los mediocres que nos gobiernan, ni se dedican a cascar azúcar en tu espalda, como dicen los franceses.

Sé que decir lo que digo en alto provoca, porque en España lo realmente "cool" y "pseudo-progre" es poner a caldo a los americanos, porque el españolito medio es un acomplejado, que cuando llega a este país tan extraordinario no abre la boca. Y eso que la gente que les rodea no solo no nos prejuzga, sino que nos admira. He visto a muchos así, que no saben que EE UU no es para cobardes, que hay que tirarse a la piscina. Si además pudiese elegir mi nombre, me llamaría Freeman, que quiere decir "hombre libre", porque no he nacido para ser esclavo, de ningún tipo de atadura política, sindical o religiosa. Sólo soy esclavo de la gente a la que quiero, admiro y respeto. Soy amigo de mis amigos, y enemigo de mis enemigos, y también de los enemigos de mis amigos, pero no soy tan mediocre como para ser amigo de los enemigos de mis enemigos, porque entre otras cosas, nunca he buscado aprobación ni refrendo.

Puestos a imaginar, si hubiese nacido hace veintitantos años creo que estaría completamente identificado con el rap y con la cultura "underground", porque la superficial no me gusta, me parece chabacana. Vestiría una de esas gorras en las que cabe casi medio kilo de patatas e iría por la calle balanceándome llamando a las personas a las que quiero "Bro", y a los que no "MotherF*****". No voy a traducir ambos términos porque estoy seguro de que los conocen.

Parece ser que tener enemigos es necesario para afirmar la personalidad. Hay gente que dice que si no fuese por Goliat, David hubiese sido un simple pastor de ovejas. Pensar que puedes pasar por la vida sin pena ni gloria, llevándote bien con "to quisqui", y que la gente te respete, es pura estupidez. En el mundo siempre existe ese tipo de gente al que molesta tu existencia, y aunque mantengas una actitud no beligerante, siempre van a intentar amargarte. Saludo desde aquí a todos mis enemigos, uno por uno, que me han hecho mejorar y ser exigente con lo que hago. ¡Gracias a todos!

Creo que si hoy fuera joven y viese lo que estoy viendo y no estuviera obnubilado por el "botellón" o por unos porros del 10, entonces me radicalizaría. ¿Creen ustedes que todos estos "carrozas" de políticos que se nos presentan en el menú del día pueden interesar a la gente joven? Niet! Ni los llamados nuevos partidos pueden llegar a interesarles, porque no hablan su lenguaje, ni comparten sus problemas, solo los explotan. En España, hemos hecho un mal negocio con la gente joven, enviándolos al destierro, o a la inacción. Cuando yo era joven y estudiaba, y disfrutaba cantando y bailando "Branquias bajo el agua" con la vieja gabardina de mi abuelo Velo, haciendo como si volaba, la realidad postfranquista no era así. Teníamos todo por conquistar y sabíamos que llegaría nuestro momento, porque estábamos formándonos, y España era un país casi subdesarrollado. A mí por ejemplo, no me obsesionaba -ni me obsesiona hoy en día- el dinero. Quería viajar, conocer otras culturas, tener delante algunos de esos científicos que sólo conocía por los libros... Y eso que podría haber entrado en Hunosa, y haberme comprado un cochazo, y amortizar la lavadora, y estar hoy en día prejubilado cobrando un pastizal. ¡"Quel gâchis", y qué indecencia! Pero eso no me ponía, porque siempre me aburrieron los grises. Historias del pasado.

¿Saben ustedes lo que es el rap? Seguro que ya han oído la palabra. Su origen, como no podría ser de otro modo, son los Estados Unidos de América. No se sabe muy bien lo que quiere decir el acrónimo. Hay varias versiones: rithm and poetry, (ritmo y poesía); radical american poetry (poesía radical americana); racism againts people (racismo contra el pueblo); otros dicen que viene de la palabra rapsoda, que en la antigua Grecia eran recitadores o pregoneros ambulantes. Las palabras del rap son duras, no aptas para amantes de Bertín o de Bosé. En muchos casos son letras Bukowskianas, que hablan de injusticia, de degradación urbana, del racismo y de la decadencia del ser humano, y de nuestra civilización. Un ejemplo son Los Chikos del Maíz, un grupo de Valencia, que el pasado San Mateo actuó en la plaza de la Catedral. Fue muy interesante ver cómo la plaza estaba plagada de jóvenes de todo género y edad que coreaban sus canciones. Y tengo que decir que algunas de las letras eran duras, pero reales; un concierto diferente a otras actuaciones chabacanas. Viajé 30 años hacia atrás, cuando oía a Sindicato Malone, Siniestro Total, Parálisis Permanente, Derribos Arias, Golpes Bajos, Nacha Pop, La Mode, Radio Futura, y sobre todo Kortatu, mucho Kortatu... Comprendí que esta generación está harta de tanto mindundi, de falsos profetas, y de socialistas e izquierdistas de tertulia.

Estamos perdiendo a nuestra juventud, se nos está escapando. Y ninguno podrá prejubilarse en Hunosa, ni en esas eléctricas que estrujan la peseta hasta que Franco saca la lengua; ni en esos bancos y cajas que han sido asaltados por directivos de cuello blanco, que no saben lo que ganan, ni tampoco lo que gastan con tarjetas "Niger", y por políticos que están en 100 consejos de administración y que no aconsejan; y por sindicalistas babosos, que dan pena y que han traicionado a todos aquellos que han luchado por los derechos de los trabajadores, incluso dando su vida en el intento. Los Chikos del Maíz no dudarían en llamarlos "Worms", "Verres de Terre, et de Merde". Creo que me he vuelto otro Chiko del Maíz, pero a mí me gusta la melodía, por eso no paro de oír "Un Bolero en Berlín". ¡Ah, se me olvidaba, Iglesias en los mítines no hace rap, hace demagogia!

Termino, porque si no Stephen King me exigirá derechos de autor. Decía el gran Napoleón: "Nunca interrumpas a tu enemigo cuando esté cometiendo un error". Por eso yo he aprendido a callar, aunque parezca mentira. Esta frase debería aplicársela el líder del PSOE: siempre hay que desconfiar de los que callan, aunque los que hablan pidan tu cabeza. No sé si lo entenderá. Que se lo expliquen los "Barones de Transilvania" que están agazapados, como muertos. ¡Ajo!

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