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Alberto Menéndez

El papel de los asturianos

No hay unanimidad, ni mucho menos, en el seno del socialismo asturiano con respecto a la estrategia a seguir en el partido para intentar superar la grave crisis interna o, más claramente, sobre cuál debe ser el futuro político de Pedro Sánchez. Pero no sólo están divididas las bases, sino también la cúpula; aunque entrar a hacer vaticinios sobre quiénes cuentan con más respaldo en la Federación Socialista Asturiana, si los seguidores del hasta ahora líder del PSOE o sus detractores, sería muy osado.

Lo que está claro es que la dirección de la FSA, de forma mayoritaria, discrepa con la estrategia y los métodos de actuación de Pedro Sánchez. Una postura que no es de ahora, que viene de antiguo, de los tiempos de las primarias, elecciones en las que la ejecutiva regional del partido se decantó abiertamente por Eduardo Madina, no por Sánchez. El máximo dirigente del PSOE asturiano, Javier Fernández, nunca ocultó sus preferencias, como posteriormente cuestionó el liderazgo del candidato a la Moncloa tras su fracaso en las generales del 20 de diciembre y ahora rechaza rotundamente el congreso que quiere que se celebre en las próximas semanas, de forma precipitada, según él, y que llevaría al país a unos terceros comicios legislativos en diciembre.

Pero a la vez que esta oposición por parte de la dirección de la FSA, Pedro Sánchez cuenta entre las personas de su máxima confianza con dos asturianas: Adriana Lastra, secretaria de política municipal, y María Luisa Carcedo, que incluso llegó a formar parte del reducido equipo socialista encargado de negociar con el resto de las fuerzas políticas la imposible investidura de Sánchez como presidente del Gobierno.

Tanto una como otra llegaron a la ejecutiva federal del PSOE de la mano de Javier Fernández, que fue quien negoció sus nombres con Pedro Sánchez. Sin embargo, con el paso del tiempo Adriana Lastra y María Luisa Carcedo se han ido apartando del secretario general de los socialistas asturianos, hasta tal punto que en las últimas semanas no han mantenido ningún tipo de contacto con él.

En la ejecutiva federal del PSOE hay otro representante del Principado, Nino Torre, miembro nato como secretario general de las Juventudes Socialistas españolas. Y éste sí, éste permanece fiel a Javier Fernández. Y si no dimitió el pasado miércoles fue porque estatutariamente no puede.

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