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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Gijón es de sidra

El Ayuntamiento de Gijón decidió en marzo de 2015 declarar la sidra bebida oficial del municipio a sabiendas de que los gijoneses somos campeones del mundo de empinar el codo para escanciar y de sacar el culete a paseo. Aquí los ríos manan sidra y no tendría cabida Guillermo Tell: si estropea una manzana por atravesarla con una flecha le cae una orden de alejamiento del chigre.

Gijón es el mayor productor y consumidor de sidra de Asturias, el concejo donde cada año se bate el récord mundial de escanciado simultáneo y se celebran la Fiesta de la Sidra Natural, la Primer Sidre del Añu o Xixón de Sidra. Certamen este último que llama a capítulo durante este fin de semana en 45 sidrerías de los cuatro cardinales del municipio, con caldos de todos los palos, para a la hora de elegir no dar palos de ciego. Y con un autobús que te lleva de un chigre a otro para que te conduzcan con prudencia. También se puede hacer el recorrido a pie o a gatas: "Unos cantarinos, Rafael, que acabamos la pipa y ahora vamos pol tonel".

No existe bebida espirituosa que anuncie mejor los valores del compañerismo, que sirva de aldabonazo a la sana alegría de compartir anécdotas y sucedidos. Verdes botellas que recuerdan al tapiz de Asturias; tipos dotados de un pulso de hierro que ajustan, como autómatas, la medida al mililitro... No hay manzano que no albergue fruto con gusano dentro, pero la manzana de sidra esconde, por contra, el diamante de la concordia, que convertido en zumo troca en la piedra filosofal de la asturianía. La sidra es un himno al abrazo, al hasta siempre, al hasta luego.

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