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Nadie sirve para todo

Por qué Javier Fernández puede ser buen presidente de la gestora y mal presidente del Principado

Resulta lamentable comprobar cómo, por el mero hecho de pertenecer a un partido político o ser amigo del político de turno, ya no digo pariente que también lo hay, se hacen nombramientos para determinados cargos a unas personas que no solo no saben nada del sector al que se van a dedicar, sino que además son unos auténticas inútiles para desarrollar el trabajo que su puesto conlleva.

Se preguntarán ustedes por qué digo esto. La razón es la polémica suscitada estos días a raíz del nombramiento del presidente del Principado de Asturias, don Javier Fernández, como presidente de la gestora del Partido Socialista.

Para que nadie tenga dudas, les diré que no me cae mal don Javier. Es una persona educada, formada, seria y prudente. Pero miren ustedes por donde posiblemente nadie en Asturias haya escrito cosas tan duras sobre él como yo. Y el motivo no es otro que una cosa es que se tenga aprecio personal a una persona y otra muy diferente que, como consecuencia de ello, se piense que a esa persona no se le pueda criticar cuando se equivoca. Y don Javier ha errado mucho desde que en el año 2000 accede a la secretaría general de la Federación Socialista Asturiana.

Por consiguiente, y habiéndoles hecho este preámbulo, paso a indicarles por qué, en mi opinión, puede ser un buen presidente de la gestora y seguirá siendo un mal presidente de nuestro querido Principado.

Presidente de la gestora: Por mucho que se diga, y diga quien lo diga, la deriva del PSOE desde la segunda legislatura de Zapatero hasta nuestros días iba camino de descomponer a este histórico partido. Hasta llegar a un punto que, de haber terceras elecciones, casi con seguridad pasase a ser, por primera vez, la tercera fuerza política de España. Y, así como creo que el PSOE acertó de manera absoluta propiciando la caída de Sánchez, también entiendo que acertó de manera total con el nombramiento de don Javier.

Don Javier, no solo sirve para ese cargo, sino que es el mejor para el mismo. Es una persona considerada como referente en el Partido Socialista. Su talante, conciliador y prudente, hace que no tenga enemigos dentro y que todos le respeten. Por otra parte, son públicas sus múltiples cualidades: educación, formación, ética, integridad, honestidad, paciencia y pensamiento lógico. Por eso, estoy convencido de que, a poco que el Partido Popular le ayude, tendremos un Gobierno para finales de octubre. Y siendo este cometido fundamental para los intereses de España en estos momentos, también lo es que el Partido Socialista se recomponga y vuelva a ser lo que fue; pues el que haya una socialdemocracia fuerte en España es prioritario para el futuro de nuestro país. Por lo tanto, la labor de don Javier será muy beneficiosa y le tendremos que estar muy agradecidos.

Presidente del Principado de Asturias: Ahora bien, el que sea bueno, incluso el mejor, para un cometido, no quiere decir que lo sea para otro. Y, en mi opinión, ni fue, ni es, ni será el presidente que los asturianos necesitan. Las cualidades que de don Javier valoré en el apartado anterior son imprescindibles para ser el número uno, pero no son suficientes para llevar la bandera de Asturias. Además hace falta: tener ideas, creencias, proyecto a desarrollar, crear e inspirar confianza, saber resolver los problemas de los ciudadanos, encontrar soluciones, visión de largo plazo, producir resultados positivos y tener la energía y el vigor necesarios para transformar la sociedad a la que se sirve; en este caso a la sociedad asturiana, al Principado de Asturias.

Miren ustedes, mis queridos lectores, me van a perdonar que, una vez más, mi formación empresarial me condicione, y por eso les pido que me permitan hacer una comparación. En el año 2001, cuando Inditex sale a cotizar en el mercado continuo español, valía 6.000 millones de euros. ¿Saben cuanto vale hoy, 15 años después? Mas de 100.000 millones, siendo la empresa, con diferencia, de más valor de España. Si usted confió en don Amancio en el año 2001 e invirtió 6.000 euros, hoy tiene 96.000. ¡Enhorabuena! Encima, repartirá este año 1.870 millones de euros en dividendos a sus accionistas. Alguien podía argumentar que don Amancio fichó en el 2005 a Pablo Isla, un gran ejecutivo, y eso hizo que mejorara mucho. Cierto, pero yo conocí a varios que optaron a ese puesto, y don Amancio eligió al mejor. ¿De quién es el acierto?

Ahora vamos con don Javier. En el año 2000 accede a la secretaria general de la Federación Socialista Asturiana apadrinado por su mentor político, José Ángel Fernández Villa, y en encarnizada lucha con el sector renovador. Pasó a ser el número 1 de Asturias. ¿Y cómo evolucionó el Principado en estos 15 años? Miren ustedes:

1- Pasamos de 54.000 parados a 82.000.

2- El Presupuesto aumentó un 321% pasando de 1.193 millones de euros a 3.834 millones.

3- La inversión en el año 2000 era un 30% del Presupuesto, llegando a 368 millones de euros. La inversión en 2015 es del 3% del Presupuesto, no llegando ni a 120 millones de euros.

4- La población en el año 2000 era de 1.076.000 habitantes y hoy no llega a 1.040.000. Mientras que en España aumenta en un 15% en este periodo en Asturias se reduce en un 3,3%.

5- En el año 2000 el PIB de Asturias era mayor que el de la media de España. En los últimos años siempre es menor.

6- La renta per capita media de España es de 23.290 euros; la de Asturias, de 20.675 (2.615 euros menos que la media de España).

7- Asturias comenzó gastando 6 millones en salario social y hoy está en 120. Y, lo que para mí es un fracaso, pues el éxito es que cada año haya menos personas que lo necesiten, para don Javier y su Gobierno es un éxito, porque cada año destinan más dinero a este objetivo.

8- Asturias ocupa el puesto 13 sobre las 17 autonomías en libertad económica.

9- Asturias es la tercera autonomía con más impuestos de España. En el Principado, nacer, vivir y morir cuesta más que en el resto de España. Es lo que yo he definido como el auténtico "infierno fiscal" de España.

Podía seguir y seguir?, pero es hora de terminar. En resumen, el señor Fernández ha llevado al Principado a ser una autonomía subsidiada, envejecida, de poco crecimiento y de nula inversión. Una Asturias con muy poco futuro y donde los padres ven con resignación cómo sus hijos tienen que abandonarla para poder sobrevivir. Por eso, y por tantas otras cosas, don Javier no puede ser un buen presidente. Hoy el presidente que Asturias necesita no puede ser conformista, tiene que ser proactivo, creativo y hasta visionario. Hoy el presidente que Asturias necesita tiene que tener la inteligencia de ver, anticipar y solucionar los verdaderos problemas de Asturias.

Para crear, dirigir, expandir y mejorar una empresa no sirve cualquiera; para ser presidente de Asturias, tampoco.

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