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andres montes

Renovación imparable

Lo que nos aclara el portavoz de la gestora del PSOE

El acento del portavoz de la gestora del PSOE dejó ayer bien claro que aunque la cabeza de ese órgano provisional, por tiempo indefinido, esté al norte la palabra última llega de coordenadas más meridionales. Mario Jiménez, la boca por la que habla Susana Díaz, transmite más somnolencia que serenidad, pero se ajusta con precisión a su cometido de aclarar poco lo que podemos esperar de los socialistas en las próximas semanas. Quizá porque ahora ni ellos mismos lo saben. El resultado de la confrontación interna todavía tiene un grado excesivo de incertidumbre que impide llevarla al campo abierto de un nuevo comité federal. Hay que esperar a que la abstención ante Rajoy tenga garantizado el éxito antes de abrir las puertas del máximo órgano de decisión entre congresos. A eso se refiere Jiménez cuando afirma que la tarea de la gestora es "generar condiciones de diálogo sosegado".

Mientras llega ese debate de final previsible, lo que sí deja bien claro el hombre del "susanismo" es que la dirección interina de los socialistas está abierta a un proceso de profunda renovación interna por la vía del reciclado. La veteranía de su nuevo portavoz en el Senado no deja dudas sobre la apuesta por atraerse a esos votantes por debajo de la cincuentena y a sectores dinámicos de la sociedad, casi ausentes por completo en el tejido del electorado socialista, una de las razones de su tendencia menguante en las urnas. Sigue primando el viejo partido, y lo de viejo no es porque sea centenario.

En el Congreso se mantiene Antonio Hernando, a quien Jiménez, de portavoz a portavoz, alaba la "profesionalidad" de defender hoy el "no" y mañana, si hiciera falta, la abstención, lo que es todo un encomio de sus dotes como muñeco de ventrílocuo.

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