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Alberto Menéndez

No es sólo el PSOE

Tiempos convulsos en la política española en general y en la asturiana en particular. Si bien es cierto que quien más se está jugando en estos momentos es el PSOE, y de forma indirecta el líder de la FSA, Javier Fernández, como presidente de la comisión gestora encargada de intentar encontrar la mejor salida a la complicadísima situación interna del partido, no es éste el único grupo con serios problemas internos. En Madrid son patentes las dificultades de Podemos, mientras que en el Principado son de sobra conocidas las tensiones de IU y ahora, de nuevo, tras meses de aparente tregua, renacen los problemas en el seno del PP.

Los socialistas, tras la dimisión de Pedro Sánchez y la bronca del último comité federal, se encuentran en pleno torbellino, sin saber qué es lo que les puede deparar el futuro a corto plazo, y no digamos ya nada a medio o largo, pongamos por ejemplo a un año vista. Y eso, decida lo que decida el máximo órgano del partido entre congresos en los próximos días, dé el visto bueno a una abstención de sus diputados que facilite un Gobierno del PP o diga que no a Mariano Rajoy y aboque al país a unas terceras elecciones generales en diciembre.

IU, prácticamente desaparecida como partido en gran parte de España, aborda esta semana en Asturias un proceso de elecciones primarias para elegir a su coordinador regional (entre cuatro candidatos) que se intuye puede ser decisivo para la continuidad de la coalición como formación independiente en la región, acosada por Podemos, organización con la que concurrió en una candidatura conjunta a las elecciones de junio, aunque en un puesto sin posibilidades de éxito, como quedó demostrado tras los comicios.

Estaban los populares asturianos más o menos tranquilos a la espera de que se clarificara la situación política nacional cuando la crisis que permanecía larvada ha explotado a causa de la insostenible situación de la junta local avilesina. Pero es que lo que está en juego no es el control de esta junta, no, de lo que se trata es de la lucha por el poder en el PP asturiano. La actual presidenta regional, Mercedes Fernández, lo sabe, y al igual que el sector crítico a su labor, ya ha comenzado a mover sus cartas.

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