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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Formas de participar

La de los presupuestos participativos en Gijón es una propuesta interesante, muy del gusto de esta ciudad, donde hay un concejal de obras en cada casa, aunque no cabe calificarla de pionera: por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid reserva 60 millones de euros a obras decididas y votadas por los vecinos, frente a los 6 millones de la también loable propuesta gijonesa. Iniciativas similares se llevan a cabo en municipios grandes, como Sevilla, Córdoba o San Sebastián; medianos, tal que Jerez, Getafe, Algeciras o Puertollano, e incluso pequeños, del tamaño de Petrer, Xirivella o Cabezas de San Juan. De manera que todo está inventado en el camino aún por recorrer de la democracia participativa.

Resulta digna de mención una iniciativa mediante la cual la ciudadanía puede proponer y decidir sobre el destino de parte de los recursos municipales. Y que esa decisión sea, además, vinculante. La democracia no consiste sólo en depositar una papeleta en la urna cada cuatro años.

Lo que no resulta tan aparente es que las votaciones -una persona, un voto- acaben pareciéndose a esas encuestas de los "realities" televisivos, con campañas a favor de tal o cual candidato, de manera que quien consiga movilizar a más votantes se acabará llevando el gato al agua, el ascua a su sardina, y la inversión municipal a su barrio. En este sentido, tendrán más opciones de éxito los barrios más populosos.

Y no se trata de decidir quién se queda o quién resulta expulsado de "Gran hermano", sino de indagar en propuestas que conduzcan a la ciudadanía a experimentar fórmulas de participación distintas al ahí me las den todas.

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