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Alberto Menéndez

Los tiempos del PSOE

Las agrupaciones locales del PSOE se han reunido, sus militantes han opinado, pero la decisión final sobre la postura a seguir por el partido en una hipotética nueva sesión de investidura de Mariano Rajoy la tomará el comité federal de la formación, su máximo órgano de decisión entre congresos. Hipotética porque el Pleno del Parlamento sólo se celebrará si es que finalmente los socialistas acuerdan (probablemente el próximo domingo, día 23) abstenerse en la votación en la Cámara baja facilitando así un Gobierno del PP.

Suceda lo que suceda en este trascendental comité federal, el PSOE saldrá de esta reunión totalmente roto. Esa es una realidad incuestionable, aceptada tanto por los partidarios del "no es no" de Pedro Sánchez, como por sus detractores. Como lo es que no habrá ningún tipo de consulta oficial a las bases de la organización. Los actuales pesos pesados del todavía principal partido de la oposición (todos los que dieron su respaldo a la comisión gestora que preside el asturiano Javier Fernández) consideran que, según los estatutos del partido, el comité federal es el órgano competente al cien por ciento en la decisión de abstenerse o no en la votación del Congreso. El propio Javier Fernández siempre ha defendido la democracia representativa en el seno del PSOE, algo que, en su opinión, es consustancial al propio partido, es una de sus principales señas de identidad.

El presidente de la gestora podría alegar falta de tiempo para justificar por qué no habrá un referéndum interno sobre el futuro inmediato del partido, pero casi se puede asegurar que no lo hará. Según personas de su entorno afrontará con todas las consecuencias tanto su decisión personal como el acuerdo del comité federal.

Fernández sabía que la estrategia de la comisión gestora del PSOE iba a ser cuestionada por parte de la FSA, pero probablemente no se esperaba una respuesta tan contundente. Sorprende especialmente la virulencia del sector del SOMA, que sigue siendo mayoritario en las comarcas mineras, y que hay que recordar que fue quien catapultó hace ya 17 años a Javier Fernández a la secretaría general de la FSA, aunque, ciertamente, eran otros tiempos.

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