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Profesor de Matemática Aplicada

Hipocresía y huella social

La separación entre las élites y el resto de la sociedad

El tiempo no cambia a las personas,

sólo les quita la máscara.

El arrepentimiento del hipócrita

sólo es hipocresía.

Cada vez que se celebran "grandes" acontecimientos en nuestra sociedad, siempre se reúnen lo que se denominan "los notables", que incluye personalidades destacadas de la sociedad: la justicia, la cultura, el mundo empresarial, político, eclesiástico, del orden público, militar, etc. Toda esta notabilidad debería ir acompañada de unos valores sociales que estuvieran en concordancia, pero hoy sabemos que, desgraciadamente, no es así. La crisis económica que hemos vivido no ha parado de demostrarnos que nuestra sociedad más insigne está podre por dentro y gobernada por la hipocresía, que es una palabra que proviene del griego, "hypokrisis", y significa fingir, actuar, ocultar a los demás los motivos reales y también los sentimientos. De hecho, hipo- significa máscara.

Por eso nos hacen reír los niños, o las personas que la sociedad llama "simples", porque son lineales y no ocultan los motivos reales. También por esa misma razón la política, el poder y la cultura, suelen ser amigos, conviven, actúan. Los actores y los artistas siempre han convivido con el poder, siempre han ido de la mano. Los reyes tenían a los mejores pintores, que siempre necesitaron de mecenas para salir adelante. Pocos pintores pintaron para el pueblo. Una película excelente sobre este tema es "Das Leben der Anderen" (La vida de los otros), que trata sobre el control ejercido por la "Stasi" sobre los círculos intelectuales durante los últimos años de existencia de la RDA. Y este tema no es privativo de las dictaduras, también en los sistemas en los que se vota, y que algunos gustan de llamar democracia, existe una nómina de artistas, literatos e incluso científicos, predilectos del régimen. Es el gran negocio de la democracia. También es bien conocida la relación entre alta cocina y poder. Los reyes de Francia, cuando estalló la revolución francesa, se llevaron con ellos a sus panaderos y a sus cocineros. ¿Cuánto dinero de las tarjetas "niger" ha sido destinado a grandes pitanzas?

La terminación -krisis de la palabra hypokrisis significa separación o rotura. Parece premonitoria. La hipocresía supondrá sin duda el fin de la sociedad occidental, es la crisis de valores, es el teatro de títeres llevado a la vida pública. Los notables muestran una cara pública que nada tiene que ver con lo que realmente se cuece detrás de la máscara; son altamente no lineales, son hipócritas. Y toda esta hipocresía se bendice desde el poder, desde los altares, y se le hace la publicidad necesaria. Y esto ha sido así tradicionalmente, a lo largo de la historia, pero recientemente ha habido un cambio radical, con la irrupción de internet en la sociedad de la información. Toda actividad deja huella, y hoy es relativamente fácil si la información pública lo fuese realmente, trazar la huella de cualquier actividad. Así la calidad humana de un notable podría medirse por la huella social que generan sus decisiones. Las zonas sordas o ciegas de información irán desapareciendo paulatinamente, y será inmediato conocer los allegados al poder, y la huella social de algunos tiburones de la economía española. Fíjense lo que le ha ocurrido a Trump en la campaña electoral con sus declaraciones sobre las mujeres; o las amantes de Hollande, la política y sus cortesanas. No se salva ni Anne Hidalgo. Y cuando esto ocurra, muchos de los notables desaparecerán de las fotos de estos grandes eventos, como la infanta Cristina. Felipe sabe que no la puede salvar.

Dice un buen amigo mío, que si alguien quiere saber lo que ocurre en España, tiene que leer el "Hola". Quizás tenga razón. Si consultásemos la hemeroteca sobre la boda de la hija de Aznar, con más de un millar de ilustres invitados, veríamos que las tramas Púnica y Gürtel estaban ahí bien presentes. De hecho, hoy se sabe que la trama Gürtel pagó parte de la boda y Francisco Gürtel fue uno de los testigos del novio. También estaba Blair, que si hubiese justicia debería ser imputado como criminal de guerra, junto a Bush y Aznar, y también Berlusconi, El Estirado. ¡Sin palabras! La información permite eso, establecer redes de correlación y de intereses en cualquier organización. Si lo hiciésemos con los chiringuitos "pepero" y socialista, quedaríamos alucinados. Si lo hiciésemos en la Universidad entenderíamos de dónde venimos, y por qué no sabemos a dónde vamos, si estamos solos, o acompañados.

La corona lo sabe, y tendrá que tener cuidado con las malas compañías, con los compi-yoguis, porque no está el horno para bollos, y la gente joven "pasa" mayoritariamente de la monarquía. Mis hijos, que no son políticos, me dicen que un rey es algo anacrónico, que no sirve para nada, y que a quien se le ocurre votar a alguien que nos roba (se refieren al PP). El tiempo del Rey Juan Carlos I fue diferente, había un pacto de no información en torno a sus actividades, sus compañías, el origen de su fortuna y el capitalismo de amiguetes, etc. Pero llegó la crisis, la historia del elefante, algunos de sus amigos personales que han ido a la cárcel dejando una huella social importante, sus negocios con dictaduras extranjeras, etc. La veda parece haberse levantado. Lo de menos son sus amantes o su vida privada. Lo que realmente importa al ciudadano, dado que hasta ahora parece ser que la monarquía viene unida al kit de la democracia, es saber fehacientemente cuánto nos cuesta la casa real, no como hasta ahora, y saber a qué se dedican los monarcas, cuál es su agenda, con quién se entrevistan, y qué nos aportan, para que sepamos lo que perderíamos si se volviesen a Francia, que es de donde vinieron. Yo por más que lo intento, soy daltónico, no soy capaz de ver la sangre azul, y me gustaría que algún día nos preguntasen pacíficamente si somos monárquicos o republicanos. Hasta ahora no se ha dado el caso, pero como dijo el nuevo premio Nobel de literatura, Bob D., los tiempos están cambiando, de hecho ya han cambiado. El pueblo quiere justicia. Sólo el PSOE con su follón interno ha contribuido a que se quitasen los focos sobre la trama Gürtel, o sobre la Nós. Si me lo dicen hace un año, no lo hubiese creído. ¡Ver, para creer! Necesitamos más teatro, para que esté contento Dionisio, dios del vino, y que el campo sea fecundo, y logremos buenas cosechas. ¡Viva el vino! Y se fue. ¡Bob, no vayas a recoger el premio! Sólo así agrandarás tu historia, excelsa sin embargo. Eres el rey del Bluegrass. Shenadoah, Blue Ridge and the Great Smoky Mountains son tu feudo, y muchos de nosotros tus "fans".

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