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Noticias de Pekín

Hay una lucha interna de poder en el Partido Comunista chino. ¡Al fin una noticia interesante! ¿No está de moda lo global? Pues toma ya globalidad. China marca el camino de lo que va a ser el futuro, no de lo que te gustaría. En realidad, en el futuro va a importar cada vez menos lo que te guste porque el canon de conducta va a estar en Asia, donde los remilgos occidentales por determinados derechos son cosa exótica. En Asia se tiene en cuenta a las masas. A eso nos enseña Asia: a cambiar la óptica. Olvídate del yoga y del zen, no digas ooommm para respirar mejor. No hagas chorradas. No seas antiguo. La China actual es el auténtico trendsetter, el futuro será lo que ellos marquen. Como su furor converso no está condicionado por obligaciones religiosas, eso les da un plus de libertad de acción, una ventaja de silencio en su movimiento expansivo. ¿Pedro Sánchez? ¿Pedro qué? ¿Insubordinación del PSC respecto a esa balsa de aceite socialista que los visitantes pueden contemplar en Ferraz como hacen los guiris en el Prado con las Meninas? ¿Es esa divergencia de criterio con el nordeste peninsular una gran noticia? ¿Es tan listo requetelisto Miquel Iceta? Ya. Pues eso. Olvídense de pequeñeces que quitan energía. Cuando el benéfico experimento social europeo se ahogue en la sonrisa postmaoísta del país más poblado de la tierra, los sociólogos tendrán de qué hablar y quizá de paso convenzan a alguien de lo necesarios que son- en el futuro, quiero decir.

Ayer lo comenté con una amiga. España no tiene exactamente una gran tradición de país próspero. Ni de gestionar las rachas de prosperidad que le caen encima (mejor no entrar en detalles: la corrupción genera tedio de puro acuciante. No sabes a qué espera el Ministerio de Educación para imponer la lectura de Lázaro de Tormes como cosa tan obligatoria como el libro rojo de Mao en sus mejores tiempos. Es lo que tiene que decir el futuro ministro de Educación: ¡es la picaresca, estúpido!). España es un país adicto a discutir sobre galgos y podencos mientras los chinos dirimen quién va a mandar en su Partido Comunista. ¡Hay que ver! El PSOE se hizo un lío de palabras: coherencia, responsabilidad, humillación, progreso. Buscó el partido un desenladrillador. Rajoy haría bien en seguir hablando poco: en patio de griteríos, los callados pasan por discretos. Y los chinos tienen una lucha de poder. Así no hay manera de que el fútbol deje de ser el opio del pueblo. Messi y CR: subida de sueldo ya.

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