La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El peso en oro

Hay que reconocerle a Fernando Couto, portavoz municipal forista, mano derecha y brazo ejecutor de la Alcaldesa, la pátina de humor con que, con el paso de los años en política, ha ido adornando su discurso, antaño atropellado. Ayer, tras reclamar a Rajoy, cuando gobierne, mirar más para Gijón y cumplir los compromisos pactados a nivel regional con Foro, añadió que cada diputado en el Congreso "vale su peso en oro". Jajajaja. Desconocemos cuánto da en báscula Isidro Martínez Oblanca, el parlamentario casquista, pero podemos augurar que a la hora de presionar al PP para que no margine a Gijón en la obra pública pendiente, su peso real no alcanza los cien miligramos, dicho sea con todos los respetos a su señoría.

Para peso -físico y del otro- el de Vicente Álvarez Areces, que suma a su circunferencia abdominal una inusitada relevancia como flamante portavoz en el Senado. Qué duda cabe que Areces tiene más peso que Oblanca, en todos los sentidos. Es obvio que también resulta más pesado.

Para tener peso hay que militar en las filas del partido gobernante, si bien la legislatura que se avecina va a exigir al PP encaje de bolillos negociadores para sacar adelante sus propuestas, si no quiere que el mandato dure menos que el sueldo de un becario.

Dice Couto que lo de la moción de censura en Gijón es "serpiente de otoño". Ocurre que cuando llega el frío las serpientes hibernan. En otoño lo que hay son setas. Y la izquierda gijonesa, que se las prometía amanita cesárea, ha acabado echando en la pota setas de cardo. Ya no le suenan en el oído a Couto ni a Moriyón trompetas de la muerte.

Compartir el artículo

stats