Podría decirse, como aventura el cronista, que este Sporting prontamente enfermizo salta al pasto falso de defensas. Y no en cantidad precisamente, sino a nivel de cualificación para atajar los ataques cada vez más agresivos de agentes patógenos externos que amenazan con llevar a la uci al enfermo.
Parece dañado el sistema inmunológico de un equipo al que un constipado se le convierte, a poco que se eche el frío, en pulmonía. La plantilla echa de menos una reproducción urgente de leucocitos o en su defecto unas inyecciones de testosterona.
Para contrarrestar las avenidas de invasiones alergénicas, los facultativos suelen recetar defensas de tipo natural y también artificiales. Servirían ambos remedios para mitigar las subidas atolondradas de adrenalina de Amorebieta, así como los excesos vitamínicos que sobreactúan en Lillo. Para frenar los recientes déficits de atención de Meré y Lora no existe mejor remedio que valeriana y melisa.
Habíamos convenido una extensa mayoría que la actual plantilla es superior en estructura molecular a la que le precedió, que alcanzó el nivel de salud suficiente para mantener la categoría contra todo pronóstico médico, pero a la vista salta una notable carencia de hemoglobina. Así ocurre que la hipotensión de Burgui no cubre las generosas prestaciones del sistema circulatorio de Jony, cuyo recorrido de sístole y diástole, de ida y vuelta, echan de menos la grada, Abelardo e Isma López, en similar cuantía. De igual modo que las alteraciones nerviosas de Cop y Viguera reclaman la dosis de vitamina B12 que con notable éxito inocularon el pasado curso al añorado Sanabria.
