Glory es una película interesante con un final glorioso pero ni de lejos es la mejor de las cintas proyectadas en Gijón. Llevarse los parabienes del jurado y la crítica internacional es a todas luces un exceso. Su guión, precisamente lo más flojo del conjunto, ha sido galardonado por delante de trabajos como Almacenados (distinguida por el inteligente público) o Felices sueños, la gran derrotada si es que se considera que los certámenes de cine son una carrera en la que se puede esperar justicia. Manchester frente al mar, sin duda uno de los títulos más recios de los exhibidos aunque tenga sus fallos, no se va de vacío con su mención especial. Su premio al actor Casey Afflek es incontestable porque esta edición ha brillado sobre todo en el apartado femenino. Julia Vysotskaya está bien en Paradise pero hay trabajos superiores en matices, extensión y complejidad (The teacher, Layla M.). Tampoco se puede considerar incuestionable el premio a Aleksandr Simonov por su discreta fotografía en (engañoso) falso y negro en la misma película, cuando en Felices sueños, The teacher o la misma Glory hay más calidad.
Lo que es sonrojante e invita a la carcajada es el premio a Brillante Mendoza como mejor director por Ma'Rosa. Que se destaque el mediocre trabajo de Mendoza por encima de Marco Bellocchio, Andrey Konchalovsky o Jack Zagha Kababie es una broma de mal gusto de un palmarés que no hace justicia a una edición que no pasará a la historia pero en la que se ha podido disfrutar de suficiente buen cine para merecer el respeto.
