La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

francisco-garcia-perez.jpg

Lo que hay que oír

Francisco García Pérez

La familia extraescolar

Sobre la huelga de deberes en este noviembre que acaba

Concluyo mis reflexiones sobre la huelga de deberes escolares caídos en este noviembre que acaba. Creo que en la Programación de cada curso, los docentes deberían señalar con claridad meridiana la carga de tareas escolares que van a mandar para casa. Cuántas y cuándo, ni muchas ni siempre. Y coordinarse con los profesores de otras asignaturas -que se puede y se debe hacer- para que ese trabajo redunde en disciplina, organización y responsabilidad del educando. Pequeños deberes, jamás excesivos, entendiendo por tales los que no dejen horas libres al alumno. En un centro escolar hay tutores, orientadores, una comisión de coordinación pedagógica, reuniones de equipos docentes, juntas de evaluación, una inspección educativa? con la atribución para corregir de inmediato al tarambana que, yendo por libre en lo que tiene que ser labor común, solmene al crío docenas de ejercicios día sí y día también. A los profesores se les asignan horas para visita de padres; los tutores cuentan con una hora semanal en el aula con los tutorandos; otra para recibir padres de su tutoría; otra más para poner en orden lo tutorado; una más para reunión de los tutores de cada nivel; hay teléfono, email y hasta whatsapp a disposición de los padres para cualquier consulta, emergencia, acuerdo o desacuerdo. Hay, en definitiva, mecanismos suficientes para evitar que una niña o un niño salgan a las dos y media de clase, coman a la trágala y tengan que pasarse cinco o seis horas diarias dándole a los deberes. Si tales mecanismos no se usan o se usan mal, hay incluso instancias superiores a las que recurrir. Nunca en la historia de la enseñanza en este país hubo tantas puertas abiertas a la colaboración entre la escuela y los padres, hágase memoria. Pero culpar a los maestros como habituales perturbadores de la familia es artero y falso. El tendencioso mensaje paterno que recibe el chaval es el siguiente: "Tú no hagas los deberes que te manda el profesor, porque soy yo quien decide cómo ha de funcionar la escuela y los maestros no pintan nada en este asunto". Con lo cual, explícale luego a ese alumno en el aula que el docente cuenta con autoridad para decidir. Le va a entrar un ataque de risa de órdago.

Pero como hay que dar alternativas ocupacionales a los vástagos ("visitar un museo, hacer excursiones, ver una película, cocinar en familia", proponen desde la Ceapa) los nuevos padres progresistas y requetepostmodernos conciliarán del siguiente modo la feliz vida familiar sin deberes escolares: "Esta tarde escucharemos unos cuartetos de cuerda de Beethoven. Mañana, saldremos de excursión a un hayedo para estudiar sobre el terreno las características de las fagáceas. El miércoles, visitaremos una exposición de los autorretratos de Rembrandt, en la que distinguiremos la evolución vital del pintor mediante el estudio de los cambios cromáticos de su paleta. Para el jueves hemos programado un par de películas de Truffaut en las que toda la familia observará las innovaciones estilísticas que supuso la llegada de la 'nouvelle vague' al cine. El viernes será día deportivo, pues debatiremos sobre la importancia del doble pivote defensivo en el fútbol moderno frente al sistema 4-3-3. El sábado y el domingo nos centraremos en las actividades a que os hemos apuntado: trombón de varas, cocina étnica de uramakis, bordado de cojines en punto de cruz, desmontaje del motor de nuestro BMW para instruirnos en el funcionamiento de la junta de culata; pero sin agobios ni estrés". Tal parece que quienes han promovido esta campaña contra los deberes escolares son topos infiltrados de quienes defienden con virulencia los mismos, pues a nadie le cabrá duda de que los hijos suplicarían a padres tan extracurriculares y trasvolados: "En vez de eso, ¿no podríais hablar con el instituto y pedir que me vuelvan a poner deberes para casa, a ver si así tengo algún rato libre para perder el tiempo, jugar, crear, imaginar?".

Compartir el artículo

stats