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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Zalia: ni plata ni forma

La reina mora del proyecto logístico de Asturias, la tal Zalia, que con ese nombre más parece una misteriosa hurí por los secretos que esconde, tal vez inconfesables, no va a ganar el concurso de belleza de las obras pendientes de esta región. Al contrario: esta Zalia es coja y fea. ¿Recuerdan el eslogan rimbombante de los inicios del proyecto, hace más de una década, que decía que la zona logística de Asturias estaba llamada a ser la plataforma líder del noroeste de España, consolidando al Principado como eje fundamental del Arco Atlántico? Pasó el tiempo, se esfumaron los dineros y los inversores y ni plata ni forma: un inmenso solar baldío.

Ocurre que esta Zalia que nadie quiere, a la que nadie llama, se ha quedado sin avales, y ya sólo parece fantasía, una entelequia. A los vecinos de San Andrés de los Tacones les expropiaron sus tierras en aras del bien general a precio ruinoso, tuvieron que pleitear judicialmente en defensa de lo suyo y ahora ven cómo lo que fueron suelos de labrantío han quedado convertidos en tierra de nadie, en un paisaje lunar. Un sesudo político de cuyo nombre mejor no acordarse declaró hace años que las administraciones implicadas pretendían dinamizar el corazón de Asturias creando este gran espacio de oportunidades. Y ni oportunidades ni saldos: nadie pisa desde hace meses el recinto ni la página web. Ocurre que el corazón de la Zalia hace tiempo que claudicó, obturados como están ventrículos y aurículas, sin resolver los accesos a El Musel -¿quién fue el genio que diseñó la casa por el tejado?-, sin noticias de la cacareada estación de ferrocarril, sin empresas dispuestas a instalarse en el fin del mundo. ¿Quién le va a marcar el paso a partir de ahora a la triste Zalia? ¿El nuevo ministro? Trabajo tiene para reanimar al enfermo.

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