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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Cronista oficial

Pretende el PP traer a colación en el próximo Pleno municipal el asunto, aún no resuelto desde el fallecimiento de Patricio Adúriz en 1992, del nombramiento de un cronista oficial de Gijón, sede vacante. Hay acuerdos plenarios a tal fin con el ordeno de ponerse manos a la obra, pero van pasando los años y nada se sabe de quién podría desarrollar en el futuro inmediato tal cometido honorífico y no remunerado, de competencia y designación municipal.

No es que se trate de una figura indispensable, pero algún criterio de autoridad conviene que exista en los aledaños de la Casa Consistorial a la hora de asesorar a Alcaldesa y concejales de todo ámbito en asuntos de enjundia local.

¿Acaso no hay en Gijón mujeres y hombres doctos, historiadores, abogados ilustres, divulgadores de la crónica local, escritores costumbristas con capacidad para asumir ese papel de notarios del acontecer? Desde hace cuatro años, el nombramiento fallido de un sucesor de Adúriz se ha convertido en un asunto municipal recurrente, en un ojo del Guadiana que aparece y desaparece cada cierto tiempo. Ocurre que si ya era difícil poner de acuerdo a menos grupos políticos en anteriores corporaciones, en la actualidad, con seis formaciones distintas, cada una de su padre y de su madre, ocupando los escaños del salón de sesiones, tal empeño se antoja una misión imposible, una ecuación irresoluble, otro ejercicio más de necesario consenso. De manera que no esperen que los munícipes se saquen, por acuerdo mayoritario, un Mesonero Romanos de la manga.

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