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Alberto Menéndez

Imposible uniformidad

La dirección de la Federación Socialista Asturiana (FSA) está empeñada en trasladar a la opinión pública la imagen de un partido cohesionado, más o menos unido en torno a la estrategia diseñada por la comisión gestora del PSOE que preside Javier Fernández. Todo hace indicar que sí, que la ejecutiva de la FSA cuenta con un amplio respaldo de la organización; pero también da la impresión de que el sector crítico, el que es favorable a la celebración de unas primarias y de un congreso de forma urgente, es más numeroso de lo que pretenden hacer ver los dirigentes regionales del partido. Un sector crítico que está formado no sólo por seguidores de Pedro Sánchez, sino también por militantes que para nada tienen que ver con el anterior secretario general.

No engaña la ejecutiva de la FSA cuando en su comunicado a los medios para dar cuenta de la reunión celebrada ayer en Oviedo destaca que el apoyo a las tesis de la comisión gestora fue unánime. Sí, es cierto, pero también lo es que a la reunión no acudió la secretaria de igualdad de la Federación, Gimena Llamedo, que no sólo es una fiel seguidora de Pedro Sánchez, sino que estuvo el pasado sábado en el acto celebrado por los sanchistas en El Entrego e incluso fue una de las pocas personas que asistió a la comida con el exlíder socialista. Quizás hubiera sido más apropiado que en la nota oficial sobre la ejecutiva no se hubiera hecho ninguna referencia a la unanimidad. De haber sido así quizá la ausencia de Gimena Llamedo hubiera pasado más desapercibida.

La secretaria de igualdad de la FSA no fue a la ejecutiva porque se encuentra fuera de España, en el Sahara, en un viaje que, al parecer, tenía programado desde antes de que se convocara la reunión. Por lo tanto, en principio, sería una ausencia justificada, sin mayor trasfondo político que el que se deriva de que sea, al menos públicamente, la única integrante de la ejecutiva que conecta abiertamente con Pedro Sánchez.

Conclusión: que hasta en una ejecutiva tan uniforme como es la de la FSA la unanimidad es imposible en un asunto tan polémico como es el de los plazos a seguir para poner fin a la interinidad de la gestora del PSOE.

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