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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El acebo municipal

Dicho sea sin acritud, que nos aproximamos al último día del año y no querríamos amenizar las horas previas a la Nochevieja con una sonora colleja en el pescuezo de las autoridades locales, pero se antoja poco estético que el Ayuntamiento de Gijón utilice un acebo, especie recogida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Flora del Principado de Asturias como especie de interés especial, para llenarlo de felicitaciones escolares, en dependencias municipales.

Ya sabemos que el arbolito en cuestión va a ser replantado en Porceyo, en lo que han dado en llamar "la Viesca de Xixón", haciendo bosque con otros 500 ejemplares de especies autóctonas, pero no parece práctica muy ambiental tener un acebo en una sala con calefacción y generosa luz artificial cuando la normativa regional recomienda para esta especie sombra, calor moderado, piso montano y suelos de moderadamente secos a húmedos. O sea, que no acertamos ni una.

Seguramente se trata de un pequeño desliz de la Alcaldesa, responsable directa del área municipal de Medio Ambiente, imbuida seguramente doña Carmen de generoso espíritu navideño; o tal vez la metedura de pata se ha debido a un error de asesoramiento. El caso es que no parece que la instalación de un acebo en un salón del Ayuntamiento sea la decisión más apropiada ni el mejor ejemplo, máxime cuando la Administración autonómica reconoce que una de las principales amenazas para esta especie se encuentra en su explotación como árbol de Navidad. De manera que, señores munícipes, cuídenme al acebo, no se me anden por las ramas.

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