La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Redes sociales para besugos

A la vista de algunos sucedidos que acontecen a cuenta de los excesos habituales en internet cabría pensar que las redes sociales sirven sobre todo para pescar besugos, cuando no se utilizan para una quedada multitudinaria con el fin de atajar una monumental merluza o para hacer una barrabasada a partir de la cual alguien al final tiene que comerse un pancho.

En este último apartado se podría enumerar el suceso que narraba en su edición de ayer el periódico: el arresto de dos jóvenes gijoneses durante el pasado fin de semana por destrozar un portal de un edificio de El Llano donde vivía, al parecer, un chaval cuyo mayor delito fue dar un "me gusta" a una chica en una de esas redes para bocartes y otros pezqueñines en lento proceso de maduración. A los dos "indignados" no debió agradarles semejante afrenta y la emprendieron con el portal del "enemigo" a golpes de bate de béisbol y puño americano. Tal así se cuenta y el hecho ha provocado una riada de comentarios a favor y en contra en el mismo foro en que se gestó el lío.

Dejó escrito Umberto Eco que las redes sociales se han llenado de tontos del pueblo a los que la impunidad de internet permite opinar como si fueran premios Nobel, en una suerte de conjura de necios exponencialmente extendida. Tal vez el pensador italiano utilizó semejante hipérbole para llamar la atención de los excesos que se registran a diario en ese ámbito, pero no le falta razón. Si bien hay que reconocer que gracias a las redes sociales se pudo articular con éxito la "primavera árabe", encontramos a amigos de la infancia a los que perdimos la pista hace años, o podemos manifestarnos en favor de la solidaridad en momentos complejos como los que vivimos.

Compartir el artículo

stats