Aliatar es un príncipe emisario que se adelanta a los Reyes Magos para recoger en Asturias las peticiones de los niños e interceder por estos a sus majestades. Existieron dos Aliatar mucho más jóvenes que el nuestro y azote de cristianos: un gobernador sarraceno del 729, la era del califa Hescham, depuesto ese año y reemplazado por Abderrahmán, y un caudillo del siglo XV (de quien fue yerno Boabdil), alcalde de Loja, Granada, que asaltó una cabalgata el 5 de enero de 1482; blandí su espada en el Museo de la Armería, en Madrid, calle Bailén, 6. Al príncipe Aliatar no se le menciona en la Biblia, en el santoral ni en prontuarios de la aristocracia; no figura entre los personajes literarios del Bompiani ni de Elisabeth Frenzel, y clama al cielo su ausencia en los "Who is who" de los mitos clásicos, siquiera en la Enciclopedia Asturiana. ¿Qué esperamos para dedicarle a este glorioso una glorieta?
