Asturias se juega mucho en la negociación de la financiación autonómica (es la tercera comunidad con más dependencia de los recursos que reparte el Estado, tras Cantabria y Galicia), cuyo pistoletazo de salida se da hoy en el Senado en la Conferencia de Presidentes, a la que no asistirán los jefes de los ejecutivos de Cataluña y el País Vasco y en la que contará con gran protagonismo político el máximo responsable del Gobierno del Principado, Javier Fernández.
El presidente asturiano, lo quiera o no, lo busque o no, acude a esta cumbre de hoy con el cargo añadido de máximo responsable de la comisión gestora del PSOE; es decir, que se presentará en los salones de la Cámara alta como presidente por partida doble, aunque en uno de los casos sea sólo de forma interina. Y eso, en principio, es una ventaja tanto para él como para la región. Otra cosa es cómo discurran luego los acontecimientos.
A lo largo de los últimos meses Javier Fernández ha ido asentándose en el panorama político español, hasta llegar en las últimas semanas a ser el auténtico referente de los socialistas del país. La dimisión de Pedro Sánchez y su posterior ostracismo (de los viajes por España que anunció nada más dejar el cargo nada más se supo) y el mandato del comité federal no le han dejado otra opción que asumir el liderazgo del PSOE como si de un secretario general se tratara (aunque, eso sí, con carácter eventual). En la comisión gestora hay eso, gestores, pero no dirigentes políticos de peso. Y asumir la dirección del Partido Socialista (la segunda fuerza más votada de España) no es sólo hacerse cargo de las labores meramente administrativas de la formación; no, es responsabilizarse de la política a desarrollar, es diseñar la estrategia a seguir tanto en el Congreso, como en el Senado, como en el resto de las instituciones.
El PSOE no se ha parado, sigue funcionando. Se han tomado decisiones muy importantes y es evidente que detrás de ellas está Javier Fernández. ¿O es que alguien puede creer que lo que se acuerda en la Cámara baja lo determina el portavoz del grupo parlamentario, Antonio Hernando? Y no por una cuestión de capacidad, no es ésa la cuestión, sino porque tal como está ahora el partido no se iba a atrever. Javier Fernández, sí, aunque sea sólo por experiencia, y, sobre todo, porque no tiene nada que perder; no está en ninguna carrera por el poder en Madrid.
