Este recién estrenado 2017 ha sido declarado Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo por la ONU; una designación con la que se quiere reforzar la contribución del sector turístico mundial a los tres pilares sobre los que se asienta la sostenibilidad: sociedad, economía y medio ambiente. La Feria Internacional FITUR, que se celebra estos días en Madrid, está sirviendo precisamente para que la Organización Mundial del Turismo (OMT) inaugure oficialmente dicha efeméride.

No es casual que se haya elegido España para abrir el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Nuestro país atesora una potentísima industria turística y es uno de los mercados de referencia mundiales para el sector -privilegiado status que se vio refrendado en 2016 con un récord histórico de 75,3 millones de turistas extranjeros-, por lo que la contribución española se infiere clave para impulsar un turismo más comprometido con el futuro del planeta, en línea con lo propuesto en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, suscrita por casi 200 estados, entre ellos el nuestro.

En este contexto, Asturias no puede quedar al margen del impulso que a lo largo de 2017 quiere darse a la sostenibilidad en el sector turístico, como así lo ha entendido el Gobierno regional con la puesta en marcha del Programa de Turismo Sostenible del Principado de Asturias 2020, documento estratégico que se plantea como primer reto convertir al Principado en un modelo de desarrollo turístico sostenible, tanto social como económico y medioambiental. Nuestra región dispone de mimbres suficientes y muy valiosos para avanzar en esta transformación que se propone. Contamos con un sector turístico pionero al abordar actuaciones medioambientales, como lo fue en 2007 el proyecto "Hoteles en Verde", impulsado por la Unión Hotelera del Principado. Además atesoramos un valioso "know-how" en la materia, como evidencia que la principal eco-etiqueta hotelera de Argentina tenga raíces asturianas y que diversos proyectos de sostenibilidad turística en Chile o Colombia se hayan gestado en el Principado.

Pero sería un error circunscribir el compromiso con la sostenibilidad en nuestra comunidad únicamente al turismo y sus actores principales. Aunque sea una verdad de Perogrullo, no está de más apuntar que un turismo sostenible solo es posible en el marco de una sociedad sostenible. Porque poco o ningún valor tendría disponer de un sector turístico medioambientalmente responsable mientras Asturias concentra casi un quinto de la polución industrial de España, como este diario informó el pasado 11 de enero, y las noticias sobre contaminación atmosférica en nuestras principales villas y ciudades sean cada vez más frecuentes y alarmantes. Son realidades que casan muy mal con el paraíso natural que en 2016 atrajo a más de dos millones de viajeros.

De ahí la importancia de reforzar actuaciones que permitan consolidar en Asturias no ya un turismo sostenible, que también, sino un modelo de región sostenible fruto de una alianza público-privada que cuente con el respaldo activo de administraciones, instituciones y empresas. Y el sector turístico bien puede aprovechar este Año Internacional del Turismo Sostenible para convertirse en elemento tractor para que otros sectores redoblen sus esfuerzos en garantizar la sostenibilidad de nuestro territorio.