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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Indefinición

Si existen voluntad política y ganas ciertas de agradar al respetable, la reactivación del plan de vías de Gijón tiene un sencillo arreglo: que el Estado ponga más dinero para financiar una actuación tan multimillonaria como imprescindible para meter a Gijón de cabeza en el siglo XXI. Reconozcamos que esta ciudad no puede seguir mostrando al visitante, como inicial escaparate, una estación de tren de cartón piedra y un apeadero para los autobuses que parece una covacha. Ambas instalaciones, de otro siglo.

Existe una evidencia incontestable: la venta de las parcelas que iba a financiar la construcción de la futura estación intermodal difícilmente va a llegar a buen puerto. Los precios apuntados por Gijón al Norte en los años de bonanza están fuera de mercado y se encuentran desaparecidos o en estado de hibernación los grandes promotores de otra época, con escaso interés hoy día en acaparar suelo. Hablan ahora de una agresiva campaña de comercialización para poner de nuevo las parcelas en el escaparate, pero parece complicado que vayan a encontrar un tonto útil a menos que se aplique a los terrenos el cartel de grandes rebajas.

El nuevo ministro de Fomento trajo ayer a Gijón tan buenas palabras como intangibles compromisos. Ni cantidades ni fechas. Ni acuerdo tampoco entre las tres administraciones implicadas a cuenta del lugar donde instalar la estación, que si aquí, que si allí y vuelta la burra al trigo. Una indefinición, en suma, que no augura más que nuevos retrasos para la integración del ferrocarril en la ciudad.

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