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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Que inventen ellos

"Hemos venido aquí a hacer España, la de hoy y la de mañana", pronunció ayer desde la tarima, llena la boca de grandilocuencia, Javier Arenas, vicesecretario de política autonómica del PP, empujado sin duda al exceso por la última encuesta del CIS, que confirma que cuantos más juicios hay contra los casos de corrupción en su partido más sube el PP en intención de voto. Mientras, en el redondel taurino de sangre de Vistalegre, la nueva política escenifica el drama de las dos Españas, la que se resuelve a garrotazos, como en el lienzo de Goya. Así discurrió el fin de semana político, entre la una y grande de las huestes de Mariano y la partida por dos, de Errejón e Iglesias. Frente a la unidad ficticia de los populares, la casa revuelta de la Troya de los podemistas. España es así, dual, y lo ha sido siempre, al menos desde los dos últimos siglos: castizos o afrancesados; reaccionarios o krausistas; europeizantes o africanistas; liberales o conservadores; anticlericales o integristas; centralistas o nacionalistas periféricos... Siempre nos sacaron los colores fuera: o rojos o azules. O todos calvos o todos con peluca. Miré, como Quevedo, los muros de la patria mía y lo que vi no hiela la sangre, al machadiano modo, tan sólo provoca risa. Cuánto quieren a España uno y otro bando. El problema es que la quieren sólo para ellos.

Hablemos de España, discutamos sobre el concepto ideológico de patria en el país europeo con menor consenso nacional. Hablemos de España, seamos noventayochistas, que hablar tanto de España es la manera más cínica y saducea de no hablar de los españoles y sus problemas. Y que inventen ellos.

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