El científico del MIT Robert Langer, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, sigue revolucionando la Nanomedicina. Junto con otros colaboradores ha desarrollado una "píldora electrónica" que se ingiere y viaja por el tracto gastrointestinal. Está equipada con sensores que recogen datos de temperatura, acidez, etc., y los transmite inalámbricamente al teléfono del paciente.
La píldora no lleva baterías, ya que obtiene la energía de una reacción química en la que participan los ácidos estomacales. También puede ser usada para administrar medicamentos selectivamente. Imagínesela como un contenedor que libera fármacos exclusivamente cuando detecta células cancerígenas, dejando así intactas a las sanas y evitando efectos secundarios no deseados.
