La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

La tesis de Bosch

Siempre ha habido políticos con mala prensa, aunque jamás tan decididos a sacar partido de ello como sucede últimamente. Sitúan el cuarto poder en las redes sociales, recelan de los intermediarios de sus mensajes y pocos de ellos compartirían el pensamiento de Jefferson de mejor periódicos sin gobierno que gobierno sin periódicos.

Alberto Bosch, exalcalde de Madrid a finales del siglo XIX, era uno de esos políticos fustigados por los periodistas. En su primera etapa al frente del Ayuntamiento una epidemia de cólera asoló la capital y su lucha para acabar con la enfermedad hizo que fuese nombrado hijo predilecto y adoptivo. Sin embargo, en la segunda, mucho más corta, entre 1891 y 1892, fue dejando tras de sí una estela de escándalos municipales que incluso salpicaron su posterior y aún más breve trayectoria como ministro de Fomento.

Con motivo de uno de los agresivos artículos en su contra publicado en "La Correspondencia de España", Bosch decidió tomárselo con humor y envió a su autor una caja de puros habanos con una tarjeta que decía: "Los periodistas no perjudican a los políticos cuando los combaten sino cuando los olvidan".

Trump, en el fondo, piensa lo mismo que aquel exalcalde. Se ha fabricado con los periódicos el enemigo a medida que le permite presentarse ante sus votantes como su víctima. Está convencido de que la satanización de los medios unida al primer plano de la actualidad le dará siempre resultado. Y nadie se olvida de él, porque hacerlo resulta imposible.

Compartir el artículo

stats