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Fondo Norte

El paso hacia el milagro se queda corto en Valencia

El Sporting parecía haber superado todas las dificultades, pero a cinco minutos del final no supo defender un balón alto

A cinco minutos del final del partido de Valencia el Sporting estaba dando un muy estimable paso hacia el milagro de su salvación, pero en aquel momento un cabezazo pingón del local Munir, que mandó el balón a una escuadra, deja el paso en corto. Los empates de fuera de casa son muy sabrosos cuando se ganan los partidos en el propio campo, que no es el caso, pero se quedan en muy poco cuando se viene de perder en casa, y ante uno de los rivales directos. Para más inri, a media tarde se supo que el admirable Leganés había empatado en casa del imponente Sevilla, que seguro que pensó más en la próxima cita de la Liga de Campeones que en la persecución de Real Madrid y Barcelona.

El Sporting de Valencia ofreció una novedad rotunda: la vuelta de Cop a la titularidad en detrimento de un decepcionante Traoré. El regreso de Nacho Cases era obligado por la ausencia de Moi Gómez. Las dos novedades resultaron importantes en el punto logrado. Cop marcó su gol que ponía en ventaja a los rojiblancos y Nacho Cases dio poderío al centro del campo. Porque la batalla del primer tiempo se libró en el centro del campo, donde los dos equipos mostraron sus actuales debilidades. Sin apenas crear una oportunidad de gol, las pérdidas de balón eran continuas. Al Sporting le venía bien la situación porque no pasaba agobios y seguro que confiaba que en alguna aproximación acertaría en la portería del decaído Diego Alves.

Tras el descanso, sin embargo, el gris Valencia aceleró en busca de una victoria que necesitaba para no agriar aún más el ambiente de la afición que, sin embargo, sabe que es tradicional en Fallas que el equipo se distraiga. A poco de comenzar la segunda parte, en un fallo de parvulario el Sporting se fue en masa a rematar una falta sacada de forma horrible por Carmona. Orellana tuvo todo el campo para él solo y cuando llegó al borde del área remató fuera en el primer aviso local. El segundo ya fue el nuevo penalti de Vesga, que a ratos tampoco es capaz de salir del parvulario. Parejo lo lanzó y Cuéllar, en racha, lo paró. Golpe de moral para un Sporting necesitado de alguna alegría.

La alegría llegó, damas y caballeros, señoras y señores diputados, por donde suelen llegar las pocas de este año, por el hijo de Burguillos del Cerro, provincia de Badajoz. Cop robó un balón, lo cedió a Burgui, que se escoró demasiado pero tuvo capacidad para reaccionar y colarse entre dos defensas locales y meter un tiro seco y duro que Diego Alves sólo pudo rechazar en corto para que Cop anduviera listo y empujara el balón dentro. El Sporting, como en Leganés, se ponía en ventaja.

Al revés que en el partido de Butarque el equipo no fue capaz de aguantar la ventaja. La perdió en el enésimo balón bombeado hacia el centro del área rojiblanca donde Munir agarró aquel cabezazo matador que deja la renta en un punto. El final lo vivieron los rojiblancos sin agobios, pero con la dureza arbitral de Álvarez Izquierdo que sacó tres tarjetas por pérdida de tiempo y que manda a la nevera a Cuéllar, Nacho Cases y Cop, bajas ante el Granada.

Si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio las verdaderas razones por las que el caporal ha dejado fuera a Traoré o es que el asunto es secreto de Estado? Próxima parada, Capuchinos.

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