La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Millas

El trasluz

Juan José Millás

La sumisión

El pasado domingo, día 12, Susana Díaz anunció que el 26 anunciaría su presentación como candidata a las primarias del PSOE. En política ocurren cosas sorprendentes. Imagínense a una mujer que un lunes anuncia a su marido que el jueves le pedirá el divorcio. O a un padre que el martes anuncia a su hijo que el viernes le confesará que le compra una bicicleta. Pero si ya me lo estás anunciando, diría el niño en su ingenuidad. Nada de eso, respondería el padre astutamente, estoy anunciándote que te lo anunciaré. ¿Y cuál es la diferencia entre un anuncio y otro? Parece que ninguna, excepto las derivadas de la retórica. Susana Díaz es muy aficionada a la retórica. Hay dos clases de retórica: la vacía y la llena. La llena es propia de la literatura buena; la vacía, característica de los discursos políticos populistas. Conviene distinguir entre ambas, sobre todo para no perder la capacidad de extrañeza frente al absurdo. Anunciar que el mes que viene anunciaré que me voy de viaje es absurdo y, en consecuencia, debemos extrañarnos de ello.

La extrañeza es la madre del pensamiento crítico, incluso del pensamiento a secas. Cuando ya nada nos extraña, estamos listos. Significa que nos hemos entregado atados de pies y manos a la lógica del sistema y que cualquier cosa que venga de él, incluso un discurso de Susana Díaz nos parecerá normal. Hay muchos libros de autoayuda que explican cómo llevarse bien con el sistema, pero escasean los que exponen cómo llevarse mal. Y llevarse mal es importante para que no le den a uno gato por liebre. Llevarse mal contra la estupidez cansa mucho, le deja a uno agotado, hay días (y Díaz) en los que uno tiraría la toalla diciendo que hasta aquí hemos llegado y que estamos dispuestos a tragarnos el telediario de arriba abajo sin un solo gesto de protesta.

Pero eso es inhumano. Lo propio de la inteligencia es escapar de los itinerarios mentales trazados por el poder, sobre todo cuando el poder está dejando el mundo hecho unos zorros. Cuando la gran noticia del día, para toda la prensa, es que alguien anuncia hoy lo que dice que anunciará mañana, algo falla en nuestros sistemas de percepción de la realidad. Y por ahí, por los problemas de percepción, comienza también la sumisión.

Compartir el artículo

stats